6.000 personas aisladas en Ávila, Palencia y León

La fuerte nevada caída en Ávila entre la tarde de Nochevieja y las primeras horas de ayer, como no se recordaba desde hace décadas, causó graves problemas en las comunicaciones por carretera. Hasta 20.000 personas de 50 localidades quedaron aisladas, si bien ayer por la tarde se habían reducido a 16 pueblos con 6.000 personas afectadas, y una docena de pueblos de la zona de El Barco de Ávila carecían de suministro eléctrico por la rotura de dos líneas. Tres pueblos de Palencia y otro de León también permanecían anoche aislados.La nevada que cayó sobre la provincia de Salamanca también ha sido ...

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La fuerte nevada caída en Ávila entre la tarde de Nochevieja y las primeras horas de ayer, como no se recordaba desde hace décadas, causó graves problemas en las comunicaciones por carretera. Hasta 20.000 personas de 50 localidades quedaron aisladas, si bien ayer por la tarde se habían reducido a 16 pueblos con 6.000 personas afectadas, y una docena de pueblos de la zona de El Barco de Ávila carecían de suministro eléctrico por la rotura de dos líneas. Tres pueblos de Palencia y otro de León también permanecían anoche aislados.La nevada que cayó sobre la provincia de Salamanca también ha sido la más intensa que se recuerda desde hace muchos años. En menos de dos horas las calles de Salamanca quedaron cubiertas por una capa de nieve superior a los 15 centímetros.

El Observatorio Meteorológico de Ávila informó que la capa de nieve había llegado a 30 centímetros, aunque en algunos puntos de la provincia se alcanzó el medio metro. Cerca de noventa personas pasaron la Nochevieja acogidas en Villatoro, en la N-110, al no poder superar el puerto del mismo nombre. La Guardia Civil practicó cerca de doscientos auxilios y evacuó a numerosas personas en varios pueblos de la provincia. Pero la intensa nevada también provocó que por falta de luz en algunos lugares no se siguiese la entrada del año por televisión, sino por el antiguo método de dar las doce campanadas sobre una sartén, y que fuera menor la salida de personas para participar en las fiestas.

En la capital abulense fue necesario utilizar cadenas para los pocos vehículos que circulaban, diversas calles tuvieron que ser cortadas al tráfico, y en las primeras horas del año muchos árboles ya aparecían partidos en el suelo a causa del elevado peso de nieve que soportaban. Aunque la circulación para los peatones era difícil, muchas personas disfrutaban con trineos e incluso esquíes en el lienzo norte de la Muralla abulense.

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