EL ASESINATO DE ZABALETA

Trifulca con dos policías municipales

La Audiencia Provincial de Madrid condenó el año pasado a Ricardo Guerra a más de seis años de cárcel por el atentado y las lesiones sufridas por dos policías municipales de Madrid, además de por otro delito de tráfico de estupefacientes. Sin embargo, esta sentencia no es firme, ya que está pendiente del recurso de casación presentado por su abogada ante el Tribunal Supremo.Los hechos se produjeron en octubre de 1996, en la calle de Fernández de los Ríos, cuando los agentes dieron el alto a Guerra por ir en una moto y no llevar casco. Según la sentencia, el joven atropelló a los dos agentes, u...

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La Audiencia Provincial de Madrid condenó el año pasado a Ricardo Guerra a más de seis años de cárcel por el atentado y las lesiones sufridas por dos policías municipales de Madrid, además de por otro delito de tráfico de estupefacientes. Sin embargo, esta sentencia no es firme, ya que está pendiente del recurso de casación presentado por su abogada ante el Tribunal Supremo.Los hechos se produjeron en octubre de 1996, en la calle de Fernández de los Ríos, cuando los agentes dieron el alto a Guerra por ir en una moto y no llevar casco. Según la sentencia, el joven atropelló a los dos agentes, uno de los cuales arrojó contra él su arma reglamentaria para defenderse. Una vez reducido, comprobaron que llevaba un cuchillo de cocina y 50 pastillas de éxtasis.

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Uno de los policías sufrió lesiones que tardaron en curar unos 200 días y otro resultó con heridas que le impidieron trabajar durante casi 250 días.

Guerra fue sometido a diversas pruebas para ver si era adicto a algún tipo de droga, pero el resultado fue negativo, según Eulogio García, abogado de los dos policías municipales. Éste recuerda que le "sorprendió" que el joven no estuviera en prisión preventiva en ningún momento por este asunto, pese a la gravedad de los hechos que se le imputaban.

El año pasado, la Audiencia de Madrid le enjuició y condenó a más de dos años de privación de libertad por dos delitos de lesiones, dos de atentado a la autoridad y uno de tráfico de estupefacientes. El fiscal solicitaba mayores penas.

La sentencia todavía no es firme al estar pendiente de casación por el Supremo, que no se ha pronunciado sobre la admisión del recurso. El juez de Vigilancia Penitenciaria que concedió la semilibertad a Guerra no pudo tenerlo en cuenta debido a que esta condena no es firme.

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