Dolor

Soy un donostiarra que ama a su tierra y a España. Veníamos a ver a nuestro equipo con la mayor deportividad y la mayor ilusión, latía nuestro corazón txuri urdin cuando nuestra querida Real Sociedad metía su único gol en el estadio de triste recuerdo del Manzanares. Estamos tristes por la pérdida de una persona joven y llena de vida. Cuando alguien desalmado, lleno de odio y rencor, segó su vida. Me pregunto qué daño había cometido el joven donostiarra para que otro joven le quitara la vida convirtiéndose en un asesino y sus compañeros no le dijeran nada para frenarlo.Me gustaría decir al...

Soy un donostiarra que ama a su tierra y a España. Veníamos a ver a nuestro equipo con la mayor deportividad y la mayor ilusión, latía nuestro corazón txuri urdin cuando nuestra querida Real Sociedad metía su único gol en el estadio de triste recuerdo del Manzanares. Estamos tristes por la pérdida de una persona joven y llena de vida. Cuando alguien desalmado, lleno de odio y rencor, segó su vida. Me pregunto qué daño había cometido el joven donostiarra para que otro joven le quitara la vida convirtiéndose en un asesino y sus compañeros no le dijeran nada para frenarlo.Me gustaría decir al señor minitro del Interior, don Jaime Mayor Oreja, que vamos por mal camino cuando se dice en prensa, radio, etcétera que son partidos de alto riesgo y no se ponen las medidas necesarias para evitar estos tristes hechos que vienen siendo repetidos en diferentes estadios, etcétera. A mi modesto entender, las medidas de seguridad no eran las suficientes en el estadio de triste recuerdo. Alguien debería ser responsable. No basta con rasgarse las vestiduras a posteriori. Los medios, que los hay, y muy buenos, hay que saberlos utilizar. Me refiero a la policía y otros servicios del Estado que a mi modesto entender fallan demasiado en el estadio Manzanares. En el partido de triste y amargo recuerdo (¿por qué no se cachea a los hinchas del Frente Atlético? ¿cómo es que entran con bengalas al estadio?) era un auténtico polvorín. Si hay que poner 500 policías, que los hay, y más, se ponen. De lo contrario esto que ha pasado tristemente seguirá pasando. Había que pedir responsabilidades a alguien. Espero que esto, señor ministro, no vuelva a repetirse jamás en un estadio bien sea de fútbol o de otra índole por el bien del deporte, de los aficionados y del espectáculo tan grandioso que es, el fútbol. Con todos mis respetos se despide de usted, un donostiarra, un realista que sufrió a muerte por su equipo y por el joven fallecido. Quiero transmitir mi más sentido pésame en primer lugar a su novia, Verónica, y a sus padres.-