Arenas critica a las ETT por realizar 300.000 contratos inferiores a 5 días

Las empresas de trabajo temporal (ETT) realizan un millón de contratos al año, y de ellos 300.000 (el 30%) tienen una duración inferior a cinco días. Esos datos fueron desvelados ayer por el ministro de Trabajo, Javier Arenas, quien expresó su "preocupación" por el balance que arrojan esas empresas.Por ello va a convocar esta semana al sector de ETT para "hablar en profundidad" de su funcionamiento, y para analizar la posibilidad de alcanzar acuerdos que intenten mejorar la situación de los trabajadores que prestan sus servicios a esas empresas, e impulsar la contratación a tiempo parcial de c...

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Las empresas de trabajo temporal (ETT) realizan un millón de contratos al año, y de ellos 300.000 (el 30%) tienen una duración inferior a cinco días. Esos datos fueron desvelados ayer por el ministro de Trabajo, Javier Arenas, quien expresó su "preocupación" por el balance que arrojan esas empresas.Por ello va a convocar esta semana al sector de ETT para "hablar en profundidad" de su funcionamiento, y para analizar la posibilidad de alcanzar acuerdos que intenten mejorar la situación de los trabajadores que prestan sus servicios a esas empresas, e impulsar la contratación a tiempo parcial de carácter estable. Esa reforma se sumaría a la decisión ya tomada por Trabajo, de acuerdo con el sindicato CCOO, para penalizar las contrataciones que se realizan a través de las ETT, con una subida de su cotización por desempleo en 1,5 puntos, y de equiparar los salarios con los de las empresas usuarias.

Arenas se propone continuar con las medidas de fomento del empleo estable, y quiere "plantar cara a la excesiva precariedad y a la rotación de los trabajadores en el mercado laboral", filosofía en la que enmarca el preacuerdo alcanzado este lunes con CCOO en solitario, y que ayer fue criticado duramente tanto por UGT como por la patronal.

Críticas de Méndez

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, confirmó que su sindicato no firmará ese pacto, introducido como enmiendas a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales de 1999, y añadió que, después de ese acuerdo, "el diálogo social, que ya estaba agotado, seguramente está devaluado". Méndez no quiso entrar a analizar el tema en profundidad, para "salvar" las movilizaciones convocadas por los dos sindicatos para mañana, pero advirtió que "tras el 3 de diciembre, hablaremos de él". El líder de UGT añadió que, en estos momentos, la gran coincidencia con la central que dirige Antonio Gutiérrez son las protestas de este jueves.Gutiérrez, por su parte, advirtió sobre los riesgos de poner en peligro la unidad sindical, y añadió que "CCOO no va a recorrer la pendiente de la división, que nos lleva al abismo". En declaraciones a Europa Press TV, afirmó que por ese camino sólo se consiguen fracasos y el debilitamiento de las reivindicaciones de los trabajadores, y señaló que las reivindicaciones que llevan a los dos sindicatos a movilizarse -la jornada de 35 horas y la mejora de la protección social y el rechazo a la reforma fiscal- requerirán seguir negociando y luchando juntos "durante mucho tiempo".

La división entre los dos sindicatos, que cada día se ahonda un poco más con nuevas discrepancias, será analizada tras las protestas del día 3 por el comité de enlace de sus direcciones. En función del resultado, CCOO decidirá si firma formalmente el pacto con Trabajo, en el caso de que haya alguna posibilidad de que se incorpore UGT, o si se limita a seguir defendiendo su contenido, que considera muy positivo para la estabilidad en el empleo.

No es ése el criterio de la patronal vasca, Confebask, que expresó ayer su desacuerdo con la subida de cotizaciones para los contratos temporales, al igual que hizo el lunes la cúpula de CEOE. Confebask aseguró que esa penalización perjudicará la creación de empleo y defendió que la estabilidad laboral se debe buscar "a través de vías positivas" y no mediante "sanciones".

También la patronal catalana, Fomento del Trabajo, a través de su secretario general, Juan Pujol, mostró un rechazo al citado pacto y lo calificó de "un error". Pujol estima que, entre otras cosas, revela que Trabajo se ha embarcado "en la cruzada sindical contra las ETT", que consiste en limitar su acción como si fueran "piratas modernos".

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