Obras y el peligro de derrumbes aislan el casco viejo de Alicante
Las habituales dificultades para acceder en vehículo al casco antiguo de Alicante, se han visto incrementadas en los últimos días por las obras que la compañía municipal de aguas realiza en las calles de Villavieja y de la Virgen del Socorro, principales vías de salida del barrio, a las que se ha sumado el corte del acceso por la Rambla de Méndez Núñez ante el peligro de derrumbe de un edificio de la calle del Abad Nájera. Los vecinos de la barriada han denunciado el aislamiento que padecen, superado con un provisional cambio de direcciones para que los vehículos puedan salir y entrar por la ú...
Las habituales dificultades para acceder en vehículo al casco antiguo de Alicante, se han visto incrementadas en los últimos días por las obras que la compañía municipal de aguas realiza en las calles de Villavieja y de la Virgen del Socorro, principales vías de salida del barrio, a las que se ha sumado el corte del acceso por la Rambla de Méndez Núñez ante el peligro de derrumbe de un edificio de la calle del Abad Nájera. Los vecinos de la barriada han denunciado el aislamiento que padecen, superado con un provisional cambio de direcciones para que los vehículos puedan salir y entrar por la única calle que enlaza ahora con el resto de la ciudad: Lonja de Caballeros. Vallas metálicas y agentes de la Policía Local impiden la circulación por la zona de obras y en las inmediaciones del edificio en mal estado, sobre el que se actuó para evitar el derrumbe. La permanente situación de obras del barrio motiva a la Asociación de Amigos del Casco Antiguo a solicitar a las autoridades locales un tratamiento fiscal específico para sus negocios, la mayoría locales de ocio. El Ayuntamiento de Alicante tiene por costumbre rebajar los impuestos municipales a los comercios cuyo funcionamiento se ve alterado por las obras públicas. La última disposición en ese sentido benefició a los establecimientos de la avenida de Alfonso el Sabio. La asociación que preside Francisco Huesca pide las mismas "rebajas" para el casco antiguo, que lleva años soportando obras y cortes de tráfico.