"La mujer que me cuidaba es una bruja"

La Asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni) intentará que no se ejecute la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Sevilla que obliga a una niña de 12 años a volver a vivir con sus padres adoptivos de quienes fue apartada por sufrir malos tratos. Así lo anunció ayer en Granada el presidente nacional de la asociación, José Luis Calvo, que calificó la sentencia de "inhumana y decimonónica". La pequeña vive feliz en la actualidad, acogida por una familia del municipio granadino de Benamaurel, y no desea retornar con sus padres legales. Prodeni confía en que el recurso de urgencia prese...

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La Asociación Pro Derechos del Niño (Prodeni) intentará que no se ejecute la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Sevilla que obliga a una niña de 12 años a volver a vivir con sus padres adoptivos de quienes fue apartada por sufrir malos tratos. Así lo anunció ayer en Granada el presidente nacional de la asociación, José Luis Calvo, que calificó la sentencia de "inhumana y decimonónica". La pequeña vive feliz en la actualidad, acogida por una familia del municipio granadino de Benamaurel, y no desea retornar con sus padres legales. Prodeni confía en que el recurso de urgencia presentado por la Fiscalía de Sevilla ante el Tribunal Constitucional impida la vuelta de la menor, ordenada para el próximo lunes. La pequeña apenas ha conocido el cariño materno. En sus escasos 12 años ha vivido ya en el seno de tres familias diferentes y ha pasado por dos centros de acogida de menores. Prodeni sospecha que su madre real la vendió, con apenas seis meses, a un matrimonio de Bormujos, cerca de Sevilla. Asegura que la pareja consiguió la adopción de la niña con documentación falsa y la mujer le propinó malos tratos durante seis años. "El propio marido denunció a su esposa en la comisaría del pueblo por pegar a la cría. Y declaró que la adopción de la niña les había costado un millón de pesetas", señaló Calvo. En 1992, la Consejería de Asuntos Sociales decretó el desamparo de la niña, le retiró la custodia a sus padres legales y fue acogida por otra familia sevillana. Comenzó entonces un mare mágnum burocrático con apelaciones en los juzgados y la insistencia de los progenitores de Bormujos por recuperar a Ana. Tras pasar por dos centros de acogida, la menor recaló en una familia de Benamaurel (Granada), con la que vive desde hace un año. La propia niña manifiesta en unas declaraciones grabadas su deseo de continuar con sus nuevos padres y relata los malos tratos recibidos anteriormente. "La mujer que me cuidaba era muy mala. Me tiraba de los pelos y cuando yo quería comer en la mesa me llevaba con los animales. Es una bruja", explica su voz en la grabación. José Luis Calvo asegura que la madre solía atar a la pequeña a una silla para poder ausentarse de la casa. El presidente de Prodeni señala que la sentencia de la Sala Sexta de la Audiencia Provincial de Sevilla, que obliga a la niña a volver con sus primeros adoptadores, fue dictada el pasado septiembre sin escuchar la voluntad de la menor. "No se la ha tenido en cuenta. La han considerado un mueble. Esta criatura está ahora destrozada psicológicamente", lamenta. El objetivo de la asociación es que la niña no retorne a Bormujos, para lo que cuentan con el apoyo de los propios habitantes del municipio. Calvo arremetió contra los magistrados de la audiencia, a los que considera "aliados", junto a los padres, en la vulneración de los derechos de la niña. "Acatamos la sentencia, pero no la compartimos. Es injusta y no vamos a ser cómplices de las consecuencias que los magistrados puedan causar a la niña". Prodeni confía en que el recurso interpuesto ante el Constitucional paralice la ejecución de la sentencia.

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