La justicia de Holanda prohíbe un partido de extrema derecha

El Tribunal de Amsterdam ha declarado ilegal el partido de extrema derecha CP´86 y ha ordenado su disolución inmediata. Los jueces consideran que el grupo -que en las últimas elecciones quedó ya borrado del mapa político- promueve el odio y la discriminación a los extranjeros, tanto en su programa como en sus manifestaciones propagandísticas. La decisión se apoyó en un artículo del código civil recientemente modificado por la Cámara Baja para poder eliminar este tipo de grupos que "atentan contra el orden público".El ministerio fiscal había solicitado ya hace poco más de un mes la prohibición ...

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El Tribunal de Amsterdam ha declarado ilegal el partido de extrema derecha CP´86 y ha ordenado su disolución inmediata. Los jueces consideran que el grupo -que en las últimas elecciones quedó ya borrado del mapa político- promueve el odio y la discriminación a los extranjeros, tanto en su programa como en sus manifestaciones propagandísticas. La decisión se apoyó en un artículo del código civil recientemente modificado por la Cámara Baja para poder eliminar este tipo de grupos que "atentan contra el orden público".El ministerio fiscal había solicitado ya hace poco más de un mes la prohibición del CP´86 por su extremada peligrosidad ideológica, haciendo hincapié en el hecho de que las posturas radicales históricamente se intensifican de forma periódica. A pesar de que el grupo estaba políticamente agonizante, la fiscalía decidió instar el proceso para impedir cambios de nombre o particiones que permitieran a sus miembros ampararse en una nueva organización política. Una operación que en los últimos años han realizado en varias ocasiones.

El Centrum Partij nació en 1980 de las cenizas del NCP, otro partido de extrema derecha, tan sólo un día después de que éste se disolviera. La iniciativa de disolución partió de sus líderes más moderados, que asistieron impotentes a las brutales agresiones contra un grupo de extranjeros ilegales que protagonizaron sus miembros tras una asamblea del partido. El nuevo grupo hizo de la protección de la vida y cultura holandesa su estandarte. En las elecciones locales de 1994 logró nueve representantes, algunos de ellos conocidos neonazis. La radicalización condujo a que un tribunal de Amsterdam condenara poco después a la dirección del partido por discriminación y la calificara de "organización criminal".

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