La madre de una niña de tres semanas pide el indulto para no ir a la cárcel

Hace dos años fue detenida con 239 gramos de hachís. En febrero pasado, cuando un juez de Ceuta la absolvió, Paula Reinaldo Márquez creyó que sus problemas con la Justicia se habían acabado. Estaba embarazada, se había desenganchado de la droga y tenía un trabajo. Parecía que el pasado estaba enterrado. Se equivocó. La fiscalía recurrió la sentencia y la Audiencia de Cádiz revocó el fallo. Le cayó un año de prisión. El mazazo le llega tres semanas después de haber dado a luz una niña. En 14 días, debe ingresar en la cárcel.

Diversas asociaciones y hasta el Ayuntamiento de Istán, poblaci...

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Hace dos años fue detenida con 239 gramos de hachís. En febrero pasado, cuando un juez de Ceuta la absolvió, Paula Reinaldo Márquez creyó que sus problemas con la Justicia se habían acabado. Estaba embarazada, se había desenganchado de la droga y tenía un trabajo. Parecía que el pasado estaba enterrado. Se equivocó. La fiscalía recurrió la sentencia y la Audiencia de Cádiz revocó el fallo. Le cayó un año de prisión. El mazazo le llega tres semanas después de haber dado a luz una niña. En 14 días, debe ingresar en la cárcel.

Diversas asociaciones y hasta el Ayuntamiento de Istán, población de la que es oriunda, han hecho causa común para pedir el indulto. "Siento que se me viene la vida abajo, no quiero que me separen de mi hija, es tan chiquita. Si no la tuviera, lo aceptaría... Tengo confianza y esperanza, a ver si también tengo suerte", dice con un dejo de tristeza. Paula estuvo casi diez años enganchada a la droga. En 1994 fue a prisión por robo. Dos meses de privación de libertad le hicieron "reaccionar". Decidió iniciar un tratamiento de rehabilitación y acudió a la asociación que precisamente le recomendó un policía la noche en que la detuvieron. Fue así como completó su condena en el centro de desintoxicación Hacienda de Toros de Marbella. Le llevó casi dos años olvidarse de las drogas, pero lo consiguió. A finales del año pasado, terminó el tratamiento. Fue entonces cuando empezó a trabajar en una gasolinera de Marbella, limpiando coches. Nueva causa Pero la segunda causa, la del hachís, no le deja pasar página. Para Sagrario Nieto, abogada del centro de la mujer de la Mancomunidad de la Sierra de las Nieves -institución que también reclama su indulto-, el caso es sangrante por varias circunstancias: "Paula está rehabilitada, tuvo una sentencia absolutoria, la cantidad de hachís era pequeña. Y lo más importante, si madre e hija son separadas, van a destrozar dos vidas". Los vecinos de Istán no se han quedado de brazos cruzados y han iniciado una recogida de firmas para que esta mujer de 29 años sea indultada. Paula no cobra paro ni otra ayuda. Ella, su hija y su compañero, Pedro Sánchez, viven en casa de los padres de éste. Van tirando con lo que Pedro saca como pescador. "Mi sueño es comprar una casa y sacar adelante a mi niña. Ahora no puedo volver a la gasolinera porque hay que echar muchas horas; quisiera tener un trabajo de media jornada que me permitiera cuidar de mi hija. Espero que me concedan el indulto y no tenga que separarme de ella", dice con resignación. José Guerra, el responsable del centro de desintoxicación en el que estuvo ingresada Paula, va a presentar la petición en los próximos días. El futuro de Paula depende ahora del Ministerio de Justicia, que debe tramitar su perdón, y del Consejo de Ministros, que debe aprobarlo.

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