Tribuna:

Pocos estímulos

Los inversores continúan sin encontrar razones suficientes para volver al mercado, aunque ayer la contratación del continuo superó los 136.000 millones de pesetas. La sesión discurrió bajo un claro predominio de las posiciones vendedoras, pero sin que éstas indicasen que se esperaba una nueva fase de recogida de beneficios. Simplemente, faltaban estímulos.

Hubo que esperar hasta la apertura de Wall Street para que una ligera subida de menos de 50 puntos cambiara el sentido de las operaciones, lo que se tradujo en una abierta retirada de las posiciones vendedoras y algunas apuestas por e...

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Los inversores continúan sin encontrar razones suficientes para volver al mercado, aunque ayer la contratación del continuo superó los 136.000 millones de pesetas. La sesión discurrió bajo un claro predominio de las posiciones vendedoras, pero sin que éstas indicasen que se esperaba una nueva fase de recogida de beneficios. Simplemente, faltaban estímulos.

Hubo que esperar hasta la apertura de Wall Street para que una ligera subida de menos de 50 puntos cambiara el sentido de las operaciones, lo que se tradujo en una abierta retirada de las posiciones vendedoras y algunas apuestas por el mantenimiento de esta situación hasta el momento del cierre semanal.

Por ahora, los mercados se encuentran en una zona tranquila en la que tanto soportes como resistencias aparecen suficientemente distanciados, una situación que encaja bastante bien con el paréntesis abierto desde la toma de decisiones respecto de las ayudas para poner fin a las crisis económicas y financieras, hasta que éstas empiecen a ofrecer algún tipo de resultados.

Los objetivos para este ejercicio están cubiertos, con unos crecimientos similares a los previstos y unos tipos de interés a los que sólo les falta el toque final. En ambos casos, la realidad ha superado las mejores expectativas, siempre y cuando se tomen como referencia los pronósticos efectuados al inicio del ejercicio.

Ayer, incluso el mercado de deuda parecía empeñado en mostrar mejor cara y los precios se orientaron al alza durante todo el día, pero siempre dejando atrás a la Bolsa, con lo que todo se quedaba en un trasvase de dinero desde un mercado relativamente recuperado y con pocas perspectivas hasta otro en el que los movimientos son más lentos y, en general, más previsibles.

El dólar, otra vez por encima de las 144 pesetas, recuperaba protagonismo al final de la jornada, pero los inversores en renta variable no vieron en ello más que otro movimiento de reajuste del dinero.

[Al cierre, Wall Street se había desinflado y registraba una subida mínima de 5,92 puntos (0,07%), impulsado por el alza de las acciones de las petroleras. El índice Dow Jones quedó en 8.829,74]

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