Ciutat Meridiana decide cortar el tráfico en protesta por las obras

Los vecinos de Ciutat Meridiana cortan el tráfico de la carretera general las tardes de los días laborables como señal de protesta por las molestias ocasionadas por las obras iniciadas hace varios meses por el Ayuntamiento. Las inversiones presupuestadas en cerca de 1.000 millones de pesetas que el gobierno municipal está llevando a cabo en la presente legislatura en este barrio generan problemas entre los residentes, afirman. El rodeo que se ven obligados a dar los automovilistas para dirigirse al trabajo por el término municipal de Montcada i Reixac, soportando los atascos a las horas punta,...

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Los vecinos de Ciutat Meridiana cortan el tráfico de la carretera general las tardes de los días laborables como señal de protesta por las molestias ocasionadas por las obras iniciadas hace varios meses por el Ayuntamiento. Las inversiones presupuestadas en cerca de 1.000 millones de pesetas que el gobierno municipal está llevando a cabo en la presente legislatura en este barrio generan problemas entre los residentes, afirman. El rodeo que se ven obligados a dar los automovilistas para dirigirse al trabajo por el término municipal de Montcada i Reixac, soportando los atascos a las horas punta, es una fuente de conflictos. Al principio, los vecinos aguantaban estoicamente, pero según han ido avanzando las obras, el disgusto que les produce el nuevo diseño de la calle de Rasos de Peguera ha hecho estallar la ira contenida desde agosto. La falta de aparcamiento subyace en el fondo del rechazo al nuevo diseño de las calles. Los autores del proyecto de reforma apuestan por unos acabados de calidad equiparables a cualquier otra zona de la ciudad: aceras anchas pensadas para el paseo, reduciendo drásticamente el espacio destinado a la circulación rodada y a los estacionamientos. La asociación de vecinos de Ciudad Meridiana discrepa del protagonismo que se le da al peatón en un barrio donde las calles tan empinadas no animan precisamente a pasear por ellas. El aparcamiento privado que está previsto construir aliviará la escasez de plazas pero, de momento, el espacio habilitado provisionalmente en el campo de fútbol no es suficiente para dar cabida al parque móvil del barrio. Los vecinos critican al distrito por "ser poco permeable al diálogo" e incumplir los acuerdos alcanzados el pasado verano para reanudar las obras. Entre las reivindicaciones figura una vez más la llegada del metro al barrio, donde el transporte público presta una deficiente cobertura. El nuevo retraso anunciado desde la Generalitat para la llegada de un metro ligero o tranvía ha impacientado a la plataforma cívica del transporte, que agrupa a entidades de Torre Baró, Vallbona y Ciutat Meridiana.

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