Una ciudadana china se entrega tras matar a su marido en Massanassa Una cuchillada le atravesó el corazón

El griterío del matrimonio chino, enzarzado en una de sus habituales discusiones, no dejaba dormir ayer a los vecinos de esta finca de Massanassa (L"Horta Sud). Por fin, sobre las cuatro de la mañana, guardaron silencio. Poco después, la mujer china llamó a la puerta de enfrente y dejó helados a sus inquilinos: acababa de apuñalar a su marido en el corazón.

Los vecinos telefonearon a la Policía Local, que se personó en la vivienda, situada junto a la barriada del Parque Alcosa sobre las cuatro y media de la mañana. Tras comprobar que el ciudadano chino Z. Y. Y., de 25 a 35 años, había f...

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El griterío del matrimonio chino, enzarzado en una de sus habituales discusiones, no dejaba dormir ayer a los vecinos de esta finca de Massanassa (L"Horta Sud). Por fin, sobre las cuatro de la mañana, guardaron silencio. Poco después, la mujer china llamó a la puerta de enfrente y dejó helados a sus inquilinos: acababa de apuñalar a su marido en el corazón.

Los vecinos telefonearon a la Policía Local, que se personó en la vivienda, situada junto a la barriada del Parque Alcosa sobre las cuatro y media de la mañana. Tras comprobar que el ciudadano chino Z. Y. Y., de 25 a 35 años, había fallecido, alertaron al puesto de la Guardia Civil de Alfafar-Catarroja, cuyos agentes detuvieron a la mujer, J. J. H., de 28 años, por un supuesto delito de homicidio. En el piso del matrimonio, la Policía Judicial de la Guardia Civil encontró un cuchillo de cocina con la hoja, de unos 10 centímetros, ensangrentada. El cadáver yacía en un pasillo, junto a la puerta de una habitación. Presentaba una única y certera cuchillada que le había atravesado el corazón. En un brazo había recibido varios cortes. "Tal vez, en un intento de protegerse de las puñaladas", comentan los agentes. Los vecinos afirman que las discusiones entre la pareja oriental, por problemas familiares, eran frecuentes. El matrimonio, que tiene un hijo de tres años, había trabajado anteriormente en un restaurante chino, pero en la actualidad los vecinos dicen que no se les conocía ninguna ocupación. La Policía Judicial de la Guardia Civil tenía dificultades ayer por la tarde para interrogar a la detenida porque "apenas habla castellano". Los agentes, que la llevaron a los calabozos de Paiporta, explican que "no se le veía muy afectada". Los guardias creen que la mujer no deseaba matar a su marido, pero en la única puñalada que le asestó tuvo "demasiada puntería". El juzgado de guardia de Catarroja se ha hecho cargo del caso.

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