Crítica:

Flitter se aproxima a la vanguardia de la música "metal" con su nuevo disco

"Más volumen, más volumen a la voz del pueblo. Más volumen, más volumen, que la oigan los cerdos". Así se abre la nueva entrega de Flitter, un disco cuyo diseño gira alrededor del puerco y su matanza. De esa manera, longanizas, vísceras, sangre y filos complementan con su estética las 12 nuevas canciones incluidas en La vida ke cotxina es. Con este cuarto trabajo para el sello vitoriano Mil A Gritos Records, el grupo de Estella pretende, cimentando su producción sobre ritmos pesados y sincopados, sumarse a la vanguardia del metal, género que ha rejuvenecido gracias a su fusión con elementos a...

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"Más volumen, más volumen a la voz del pueblo. Más volumen, más volumen, que la oigan los cerdos". Así se abre la nueva entrega de Flitter, un disco cuyo diseño gira alrededor del puerco y su matanza. De esa manera, longanizas, vísceras, sangre y filos complementan con su estética las 12 nuevas canciones incluidas en La vida ke cotxina es. Con este cuarto trabajo para el sello vitoriano Mil A Gritos Records, el grupo de Estella pretende, cimentando su producción sobre ritmos pesados y sincopados, sumarse a la vanguardia del metal, género que ha rejuvenecido gracias a su fusión con elementos ajenos a su tradición. El mestizaje es una de las escasas vías de evolución musical tras 40 años de rock, y Flitter se ha dado cuenta de ello. En los textos, el quinteto aporta su particular visión de la educación, la religión, la droga y la distancia entre ricos y pobres.

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