Nueva ordenanza
El 1 de octubre ha entrado en vigor en Madrid la nueva Ordenanza de Circulación, que establece, entre otras cosas, que los vehículos que estén correctamente estacionados (según los cánones anteriores a esta ordenanza, por ejemplo, en una zona donde no está vigente la ORA), ya no podrán permanecer aparcados en el mismo lugar más de siete días.Esta medida me parece carente de sentido común, además de antiecológica y con una elevada dosis de injusticia social.
Porque, para empezar, este aspecto de la citada ordenanza no afecta más que a quienes no poseen una plaza de garaje privada para ap...
El 1 de octubre ha entrado en vigor en Madrid la nueva Ordenanza de Circulación, que establece, entre otras cosas, que los vehículos que estén correctamente estacionados (según los cánones anteriores a esta ordenanza, por ejemplo, en una zona donde no está vigente la ORA), ya no podrán permanecer aparcados en el mismo lugar más de siete días.Esta medida me parece carente de sentido común, además de antiecológica y con una elevada dosis de injusticia social.
Porque, para empezar, este aspecto de la citada ordenanza no afecta más que a quienes no poseen una plaza de garaje privada para aparcar su coche, ni tienen medios suficientes como para alquilarla.
Para estas personas debemos colegir que se aplica entonces la implícita prohibición de tomar vacaciones fuera de su domicilio durante más de siete días (si es que han decidido no viajar en su coche).
Además, hay quienes prefieren reservar el uso de su vehículo para ocasiones que realmente lo requieran y, por tanto, deciden no utilizar el vehículo privado, sino la buena red de transporte público con la que contamos, en desplazamientos rutinarios dentro del casco urbano, para no añadir más congestión a la ya caótica circulación urbana y para no contaminar innecesariamente.
De lo que se deduce que quienes han promulgado esta ordenanza consideran que es recomendable contribuir a la contaminación y al embotellamiento de tráfico de nuestra ciudad.
Mientras las protestas de los ciudadanos con sentido común y solidarios vayan acumulándose hasta que este aspecto de dicha Ordenanza de Circulación sea reexaminado y modificado, deberemos procurar no ausentarnos de nuestro domicilio más de siete días, y, cada tanto, para evitar multa y grúa, poner en práctica el ritual de reaparcar el coche en otro lugar. No es preciso recordarle a nadie que esta operación puede ser larga y penosa, además de lo absurdo que resulta estar circulando -y contaminando- sin propósito útil alguno.
Animo a los ciudadanos que crean que tienen derecho a ejercer la democracia real y que estén en desacuerdo con este aspecto de la ordenanza a que dirijan su protesta por escrito al Registro General del Ayuntamiento, Área de Circulación y Transportes, plaza de la Villa, 5, 28005 Madrid.-