Más de 10.000 médicos se presentaron a un examen para ocupar alguna de las 986 plazas ofrecidas por el SAS

Sevilla se convirtió ayer en la capital de la sanidad española y en el sueño de cualquier hipocondríaco. Un dolor de cabeza o una acidez de estomago podrían haber sido objeto de diagnostico por cada uno de los 10.300 médicos que se presentaron a la prueba selectiva convocada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), para cubrir 986 plazas de facultativos generalistas. Los miles de galenos comenzaron a llegar poco antes de las 7.00. Allí estaban una mujer que tres días antes había sido operada de cesárea y otras opositoras en avanzado estado de gestación, una de ellas salida de cuentas. Esto obl...

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Sevilla se convirtió ayer en la capital de la sanidad española y en el sueño de cualquier hipocondríaco. Un dolor de cabeza o una acidez de estomago podrían haber sido objeto de diagnostico por cada uno de los 10.300 médicos que se presentaron a la prueba selectiva convocada por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), para cubrir 986 plazas de facultativos generalistas. Los miles de galenos comenzaron a llegar poco antes de las 7.00. Allí estaban una mujer que tres días antes había sido operada de cesárea y otras opositoras en avanzado estado de gestación, una de ellas salida de cuentas. Esto obligó a los organizadores a solicitar la presencia de un equipo móvil de asistencia sanitaria. Los candidatos aspiraban a convertirse en médicos de cabecera de algún ambulatorio andaluz. Aunque muchos habían sido los llamados por el SAS, pocos serían los elegidos: apenas nueve de cada cien. La gran mayoría contaba con una larga trayectoria profesional en la sanidad pública y se encuentran trabajando. El deseo de estabilidad les llevó a uno de los tres pabellones habilitados en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, y a responder a un test de 200 preguntas. Un sevillano que ha ejercido "muchos años" como medico de urgencias, no ocultaba su hastío por unas oposiciones a las que calificó de "chorrada como una catedral", a la que había acudido como "a un matadero". Un cordobés buscaba un empleo fijo despues de 20 años en la sanidad pública. Algunos andaluces expusieron su malestar por la presencia de un 20% de facultativos procedentes de otras comunidades y reivindicaron un concurso limitado a los profesionales de la región. A las 16.05 finalizó la prueba. Las notas se facilitaran en "el menor tiempo posible", aseguró el director general de personal del SAS, Tomás Aguirre.

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