La encubridora del secuestro de Anabel Segura niega tener relación con "narcos"

Felisa García Campuzano dice tener una coartada. La mujer que fue condenada por simular la voz de Anabel Segura acaba de ser relacionada por la policía con otro asunto delictivo: una fotocopia de su carné de identidad ha sido utilizada recientemente por una banda internacional de narcotraficantes para blanquear dinero. La explicación de Felisa, ofrecida ayer a este diario por su abogada, Piedad Jara, es bien sencilla.Según Jara, a Felisa García le sustrajeron la cartera hace unos días con toda la documentación. ¿Y por qué no lo denunció?: "Porque apareció a las pocas horas". Felisa García le h...

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Felisa García Campuzano dice tener una coartada. La mujer que fue condenada por simular la voz de Anabel Segura acaba de ser relacionada por la policía con otro asunto delictivo: una fotocopia de su carné de identidad ha sido utilizada recientemente por una banda internacional de narcotraficantes para blanquear dinero. La explicación de Felisa, ofrecida ayer a este diario por su abogada, Piedad Jara, es bien sencilla.Según Jara, a Felisa García le sustrajeron la cartera hace unos días con toda la documentación. ¿Y por qué no lo denunció?: "Porque apareció a las pocas horas". Felisa García le ha contado a su abogada -y se lo contará a la policía si se lo pregunta, porque todavía no lo ha hecho- que dejó su bolso en un cuarto de servicio mientras realizaba labores de limpieza en un local del barrio de Vallecas. Al final de la tarea, el bolso no estaba.

Asegura Piedad Jara que su defendida tiene testigos que la vieron apurada por el robo, preguntando aquí y allá si sabían algo del bolso. "Ya le he dicho a la policía", comentó ayer la abogada, "que estamos a su disposición para las pesquisas que crea necesarias".

Se supone -a tenor de la versión de Felisa- que los carteristas hicieron una fotocopia de su carné de identidad, queda claro que con aviesas intenciones. Luego, junto al de otras personas -por lo general delincuentes de poco fuste-, fue utilizado para justificar el cambio de divisas en una agencia de Madrid. A las personas que se prestan a este tipo de enjuagues, la policía les llama pitufos. Felisa dice no serlo.

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