ALTURA

La Virgen de la Cueva Santa

Los niños tienen una canción que invoca la lluvia y dice más o menos así: "que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, que sí, que no, que caiga un chaparrón, y rompa los cristales de la estación". Esta melodía infantil que celebra en corros el anuncio de lluvias hace alusión a una imagen, que se encuentra en Altura, declarada por el Papa Pio XII patrona de los espeleológos españoles. Se trata de una representación de la virgen realizada en bajorrelieve, que fue encontrada por un pastor en el interior de la cueva donde actualmente la visitan los ...

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Los niños tienen una canción que invoca la lluvia y dice más o menos así: "que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, que sí, que no, que caiga un chaparrón, y rompa los cristales de la estación". Esta melodía infantil que celebra en corros el anuncio de lluvias hace alusión a una imagen, que se encuentra en Altura, declarada por el Papa Pio XII patrona de los espeleológos españoles. Se trata de una representación de la virgen realizada en bajorrelieve, que fue encontrada por un pastor en el interior de la cueva donde actualmente la visitan los fieles y romeros que convoca cada año no sólo la localidad de Altura sino también otras poblaciones del Valle del Palancia. Este relieve mariológico pudo haber salido de las celdas de la cartuja Vall de Crist donde los monjes hacían trabajos manuales para interrumpir sus horas de oración y retiro. Una de estas actividades consistía en reproducir en barro la efigie de la Virgen para honrar con esta imagen a los ilustres visitantes que franqueaban su puerta. De acuerdo a la tradición el relieve encontrado debió hacerse en el siglo XV coincidiendo con los años en que Bonifacio Ferrer fue el prior. Por eso algunos libros le asignan a él la autoría del relieve. Su tumba se encuentra junto a la Virgen. La entrada en el Santuario despierta la emoción y la sorpresa que siempre produce penetrar en una cueva. El contraste de temperatura, el paso a la oscuridad, el cambio de percepción de los sonidos son algunos de los factores que generan esa impresión. Y si a ellos añadimos la ornamentación religiosa de velas encendidas y olores florales, el viajero comprenderá que se encuentra ante un lugar que provoca un fuerte impresión. El lugar de culto se encuentra en la parte más baja de la cueva. Los espeleólogos han descubierto caminos interiores de la cueva que conducen a cotas más bajas, pero el público no tiene acceso a ellos. Desde el hallazgo de la imagen a principios del siglo XVI (la que preside la capilla es una copia del original) se divulgaron hechos milagros que comenzaron a producirse entre los feligreses, y la Virgen de la Cueva Santa empezó a congregar romeros y peregrinos que invocaban su mediación. En 1642 el Papa Urbano VIII creó la cofradía de la Virgen para canalizar esa devoción. Roma también tuvo que intervenir para conceder la jurisdicción sobre el santuario al obispado de Segorbe, ya que la reclamaba los cartujos de Vall de Crist. La hospedería de la cueva ha registrado a lo largo de los años muchas visitas de romeros, igual que la extensa pinada de su entorno natural. Desde la Cueva Santa siguiendo la carretera hacia Alcublas el viajero tiene la oportunidad de descubrir una de los senderos de gran recorrido GR-10 que atraviesan transversalmente la Comunidad Valenciana. El itinerario está indicado para bicicletas de montaña y marcha a pie. Los 1.600 kilómetros que recorre entre Puçol y Lisboa son todo un reto para el senderista. Desde la costa mediterránea se adentra por la Sierra Calderona por las poblaciones de Segart, Serra y Gátova. Sigue por las últimas estribaciones de la sierra de Javalambre cruzando las localidades de Sacañet, Canales y Andilla, donde coincide con el sendero GR-7, el otro gran sendero que atraviesa las tierras valencianas de norte a sur. Desde Andilla asciende hasta el collado de Bardés y el sendero continúa por tierras aragonesas hasta Arcos de las Salinas. La longitud de este sendero es de 112 km, la mayor parte de ellos, 74 km, trazados con su característica señalización blanca y roja en la provincia de Valencia y 38 km en la de Castellón. En su paso por el término municipal de Altura el GR-10 visita la Masía de Randero y la fuente de la Murta, distantes diez kilómetros del centro urbano, y ofrece la posibilidad de realizar un desvío hasta La Cueva Santa desde el paraje del pico Montemayor donde se pueden contemplar grupos escultóricos sobre la Pasión de Cristo. La Conselleria de Medio Ambiente ha realizado una importante inversión recientemente para mejorar las condiciones del sendero.

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