GENTE EN VERANO

La coordinación de "les piragües"

Esta vez no ha habido descoordinación. Y hasta Sergio Marqués, apodado por sus paisanos El Resistente del Principado de Asturias, escanció unos culines para su invitado del Gobierno central, el portavoz y ministro de Industria, Josep Piqué. Los políticos se vuelven algo más deportivos con los calores del verano, y mientras unos caminan o hacen cicloturismo, otros participan como espectadores de excepción. Piqué y Marqués no se cruzaron fríos saludos y palabras con segundas intenciones, como cuando Francisco Álvarez Cascos acude a presidir, por delegación, algún acto entre ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Esta vez no ha habido descoordinación. Y hasta Sergio Marqués, apodado por sus paisanos El Resistente del Principado de Asturias, escanció unos culines para su invitado del Gobierno central, el portavoz y ministro de Industria, Josep Piqué. Los políticos se vuelven algo más deportivos con los calores del verano, y mientras unos caminan o hacen cicloturismo, otros participan como espectadores de excepción. Piqué y Marqués no se cruzaron fríos saludos y palabras con segundas intenciones, como cuando Francisco Álvarez Cascos acude a presidir, por delegación, algún acto entre político y folclórico a su tierra. El presidente-resistente asturiano y la nueva cara amable del Gobierno no sólo presidieron muy sonrientes la salida del internacional descenso del Sella en Arriondas, sino que al final, en la fiesta de llegada, ya en Ribadesella, compartieron amigablemente pinchinos y sidra, que Marqués escanció entre bromas. Mientras los casi 1.400 palistas remaban por los rabiones del Sella, el ministro y su esposa, él ataviado con chaleco asturiano, montera picona, collar de colorines y bastón de campo, presenciaron la fiesta de les piragües desde las ventanas del tren fluvial, que corre a la vera del salmonero río asturiano. Y como la mayoría de los viajeros del convoy romero, se bajaron, corrieron hacia el río y volvieron corriendo al tren para seguir hasta la próxima parada. Ya hablará Piqué más tarde con Pacocascos sobre el asunto, pues al vicepresidente del Gobierno no le gustan mucho los deportes que molesten a los salmones.Y -dando la vuelta al mapa-, ante el escaso aliciente que ofrece la actividad presidencial y las limitaciones que los servicios de seguridad ponen a los periodistas, éstos han centrado su atención en el idilio de su hija Ana con un joven de la zona, que se ha convertido en el principal objetivo de los reporteros que siguen las monótonas vacaciones de José María Aznar y Ana Botella en Les Platgetes de Bellver, en Oropesa. Ana y su joven acompañante, Ernesto Bacharach, miembro de una conocida familia valenciana, salen juntos desde el verano pasado. La hija de Aznar ha viajado en varias ocasiones hasta Oropesa a lo largo del invierno y la pasada primavera para visitar al joven Erni. Uno de los viajes tuvo como motivo la boda de un tío de Erni. Ana, pues, ya entra en casa de los Bacharach.

A quien no pueden seguir los objetivos de los fotógrafos es a la ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, que, como todos los veranos, se refugia en una finca del concello coruñés de Boiro, donde veranea desde niña. Parece ser que sólo ha sido vista por algún que otro marinero, que han comentado que estaba "moi blanquiña". Y es que, para llegar a la finca donde veranea, sólo se puede acceder furtivamente por el agua. Lo que sí han comentado los marineros es que se ha cortado mucho el pelo.

Sí se dejó ver, junto a su padre y hermanos, Estefanía de Mónaco. La familia de Raniero apareció al completo en la gala de la Cruz Roja celebrada en Montecarlo la noche del viernes. Tan al completo, que Carolina, muy elegante, estaba acompañada de su futuro, un sonriente príncipe Ernesto de Hannover, a quien, por cierto, acaban de sancionar con una multa de 90.000 marcos (unos siete millones y medio de pesetas) por su agresión a un cámara de televisión meses atrás. Estefanía, ya menos seria que en sus últimas apariciones, participó en la fiesta y bailó con su hermano Alberto.

Quienes no han sonreído tanto han sido las parlamentarias y feministas italianas, que se han enfadado bastante con Naomi Campbell. A la supermodelo no se le ha ocurrido mejor cosa que comparar el sudor de una top-model con el de las obreras de una fábrica. Sin embargo, la Venus negra no se lleva tan mal con los varones. "Estoy viviendo una historia maravillosa [con un millonario árabe] porque los hombres mediterráneos tienen un encanto extraordinario y muestran más interés por las mujeres", dijo.

Archivado En