Tribuna:

Miedo a comprar

El mercado continuo negoció en esta sesión 73.037 millones de pesetas efectivas, la segunda cifra más baja de este ejercicio. Lejos de echarle la culpa al verano, los gestores indicaban el difícil ambiente internacional como causa directa de este absentismo de los inversores.

La caída de la Bolsa de Nueva York en la sesión del viernes y el nuevo retroceso de la de Tokio en la apertura de ésta semana hacían prever una jornada complicada, sobre todo para aquellos que quisieran vender sus acciones. La mayoría de los inversores mostraba ayer un claro temor a tomar posiciones y los que lo hi...

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El mercado continuo negoció en esta sesión 73.037 millones de pesetas efectivas, la segunda cifra más baja de este ejercicio. Lejos de echarle la culpa al verano, los gestores indicaban el difícil ambiente internacional como causa directa de este absentismo de los inversores.

La caída de la Bolsa de Nueva York en la sesión del viernes y el nuevo retroceso de la de Tokio en la apertura de ésta semana hacían prever una jornada complicada, sobre todo para aquellos que quisieran vender sus acciones. La mayoría de los inversores mostraba ayer un claro temor a tomar posiciones y los que lo hicieron casi al cierre del mercado, cuando Wall Street parecía capaz de recuperarse, se arrepintieron poco después.

El negocio, además de ser escaso, estuvo muy concentrado en unos cuantos valores, hasta el punto de que entre tres sociedades acaparaban el 48% del total y únicamente Telefónica rozaba el 30%, en lo que se calificó de absorción de papel.

Puestos a arriesgar el dinero, las preferencias estuvieron claras, sobre todo porque la tendencia de la deuda alemana inclina a pensar que los precios de los bonos pueden seguir subiendo. Las compras en el mercado de deuda provocaron un nuevo mínimo histórico en la rentabilidad del bono español a 10 años, que se situaba en el 4,88%, a sólo 65 centésimas del precio del dinero a 10 días.

A pesar de este nuevo recorte en la rentabilidad, el diferencial entre las deudas española y alemana a 10 años se mantiene en 0,27 puntos, un nivel que empieza a preocupar a algunos y que para otros quiere significar que la convergencia puede ser menos rígida de lo que se espera.

El ambiente en los mercados de renta variable es bastante negativo, sobre todo por la peculiar situación japonesa, que parece preocupar menos en Japón que en el exterior y que hizo caer al yen hasta cerca de las 146 unidades por dólar, un nivel muy cercano al que obligó a intervenir a la Reserva Federal de EE UU hace menos de dos meses.

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