Un estudio confirma un importante yacimiento de cobre en Sevilla

No hay dudas: 15 millones de toneladas de cobre se esconden en las entrañas de Las Cruces, a 15 kilómetros al norte de Sevilla. Un yacimiento cuyo centro principal abarca a las localidades de Guillena, Salteras y Gerena. El descubrimiento de una gran veta de mineral de cobre en 1994 ha sido confirmado ahora tras finalizar la primera fase del estudio de viabilidad realizado por la propietaria del yacimiento, la filial española de la compañía británica RTZ, Riomin Exploraciones. La buena noticia ha llegado, sin embargo, en mal momento, y las poblaciones que podrían beneficiarse de riqueza del co...

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No hay dudas: 15 millones de toneladas de cobre se esconden en las entrañas de Las Cruces, a 15 kilómetros al norte de Sevilla. Un yacimiento cuyo centro principal abarca a las localidades de Guillena, Salteras y Gerena. El descubrimiento de una gran veta de mineral de cobre en 1994 ha sido confirmado ahora tras finalizar la primera fase del estudio de viabilidad realizado por la propietaria del yacimiento, la filial española de la compañía británica RTZ, Riomin Exploraciones. La buena noticia ha llegado, sin embargo, en mal momento, y las poblaciones que podrían beneficiarse de riqueza del cobre de Las Cruces temen que el llamado efecto Aznalcollar ponga pegas y frene la inversión de la nueva explotación minera.

La empresa propietaria de Las Cruces y los pueblos cercanos al yacimiento coinciden en la existencia del efecto Aznalcollar. La apertura de una nueva mina podría suscitar suspicacias en la población, tras la rotura de la balsa de la otra mina sevillana de Aznalcollar, que dejó empantanadas de lodos tóxicos miles de hectáreas. Este temor es "injustificado", según el director del proyecto, Gobain Ovejero Zappino, porque en Las Cruces no habrá balsas. La propietaria de los terrenos, tras conocer el contenido del primer informe de viabilidad, ha optado por realizar las excavaciones subterráneas, descartándose la explotación a cielo abierto. Esta opción se presenta como la "más respetuosa" con el medio ambiente, y tendrá una menor ocupación de suelo. 60.000 toneladas al año Los expertos ya han realizado ensayos en un centro de Australia y se ha aconsejado que la extracción del cobre -a razón de 60.000 toneladas al año- se realice a través de la hidrometalurgia. El mineral sería disuelto en agua y ácido, trasladándolo a unos tanques electrolitos, mediante un sistema inédito hoy día en España. Paralelamente se han realizado estudios de ingenieria para dilucidar que tipo de infraestructuras contará la futura mina, que funcionará con energía eléctrica y en la que se instalará un centro meteorológico. Ahora queda por completar los estudios de impacto ambiental y afrontar la segunda fase del plan de viabilidad. Una vez cumplimentado este requisito y si no se han presentado problemas, como una bajada en los precios del cobre, en el año 2000 se solicitarán a la administración los permisos para su apertura. La concesión de explotación minera se podría ver dificultada por un endurecimiento de las exigencias administrativas. "Un mayor control, lógico tras el accidente de Aznalcollar, por lo que estamos preocupados", admitió el alcalde de Salteras, Carlos González. Los algo más de 16.000 vecinos de los tres pueblos cercanos al yacimiento de Las Cruces, se encuentran pendientes de los trabajos de investigación. Riomin Exploraciones, en un intento de que la población de la zona "esté al corriente", instalará en septiembre un centro de información en Gerena. También publicará un boletín informativo que será repartido en la comarca. Mientras, los responsables municipales y Riomin trabajan conjuntamente para preparar la mano de obra necesaria en el momento en que comience la actividad. Unas 1.000 personas serán contratadas para los trabajos preliminares de apertura del yacimiento. De éstas, 450 podrán continuar de manera estable en la mina. La futura demanda de empleo ha hecho que modifiquen los planes de estudios. Los alcaldes han solicitado a la consejería de Educación que se impartan cursos de formación profesional acordes a las necesidades de la futura industria. En los institutos se realizaran cursos de soldadura industrial, mantenimiento de vehículos autopropulsados, electricidad y química. Mientras, Riomin ha financiado con 10 millones de pesetas cursos de informática a 120 personas.

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