EL MÉDICO EN CASA

Las víboras no atacan, prefieren huir

De todas las serpientes que pueblan los campos andaluces, solamente resultan peligrosas la víbora hocicuda, y de forma menos importante, la culebra bastarda y la cogulla. Estas son las únicas culebras presentes en Andalucía que tienen colmillos para la inoculación de veneno; aún así, sus mordeduras son poco probables, debido, sobre todo, a la disposición posterior de sus colmillos. La víbora hocicuda es un animal de actividad seminocturna; por el día dormita al sol en zonas pedregosas, o al borde de los matorrales, por lo que no es frecuente toparse con ellas. Pero si uno se la encuentra, lo ...

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De todas las serpientes que pueblan los campos andaluces, solamente resultan peligrosas la víbora hocicuda, y de forma menos importante, la culebra bastarda y la cogulla. Estas son las únicas culebras presentes en Andalucía que tienen colmillos para la inoculación de veneno; aún así, sus mordeduras son poco probables, debido, sobre todo, a la disposición posterior de sus colmillos. La víbora hocicuda es un animal de actividad seminocturna; por el día dormita al sol en zonas pedregosas, o al borde de los matorrales, por lo que no es frecuente toparse con ellas. Pero si uno se la encuentra, lo normal es que huya antes de atacar, cosa que sólo hace cuando se ve acorralada. Tras la mordedura de una víbora, el primer síntoma es un dolor agudo en el lugar en el que ha clavado los colmillos. A continuación hay un amoratamiento de la zona, náuseas, y una sed intensa. Finalmente, la persona que ha sido atacada siente agotamiento y las extremidades se le enfrían. La primera medida a tomar es la de tranquilizarse; luego hay que tender al que ha sido mordido de forma que la zona afectada quede más baja que el resto del cuerpo. A continuación, si se dispone de ella, hay que lavar la herida con agua oxigenada; seguidamente se aplica una ligadura, no muy fuerte, al miembro afectado, por encima del punto del mordisco, desatándola cada minuto. Se recomienda administrar bebidas calientes, (no excitantes), en abundancia; pero no debe dársele al afectado bebidas alcohólicas. El uso de desinfectantes fuertes, o de alcohol en la herida, se desaconseja; tampoco hay que darle calor. Y un torniquete, o una succión del veneno, si no es por una persona especializada, es mejor no hacerlo. Por último, lo que se aconseja hacer desde el principio es trasladar a la persona que ha sido mordida a un centro médico para que allí le pongan, inmediatamente, suero antiviperino.

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