Conde insinúa un choque con Garro y ataca a Belloso en la estafa de locales

El ex presidente de Banesto Mario Conde declaró ayer ante la juez Teresa Palacios que "no tiene ni la menor idea de la operación locales", por la que se evaporaron de Banesto, en 1989 y 1990, 1.700 millones de pesetas en diversas compras de solares, naves y fincas, en la que se acusa al ex director Fernando Garro de presunta estafa. Conde atacó duramente a Belloso, quien, precisamente, ha revelado que informó y envió a Conde, en 1992, un informe de auditoría sobre las irregularidades cometidas.

La "evaporación", según las investigaciones de la policía judicial para el juzgado de ins...

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El ex presidente de Banesto Mario Conde declaró ayer ante la juez Teresa Palacios que "no tiene ni la menor idea de la operación locales", por la que se evaporaron de Banesto, en 1989 y 1990, 1.700 millones de pesetas en diversas compras de solares, naves y fincas, en la que se acusa al ex director Fernando Garro de presunta estafa. Conde atacó duramente a Belloso, quien, precisamente, ha revelado que informó y envió a Conde, en 1992, un informe de auditoría sobre las irregularidades cometidas.

La "evaporación", según las investigaciones de la policía judicial para el juzgado de instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, fue muy concreta. Banesto "abonó" por los solares, en Madrid y provincia, 2.996,3 millones de pesetas. Sin embargo, los vendedores no recibieron dicha cantidad, sino 1.268,8 millones, cifra que incluye las comisiones pagadas. La operación fue desarrollada bajo supervisión del entonces director general del banco, Fernando Garro, quien utilizó como presunto testaferro a Tomás Allende y Miláns del Bosch.Fue Juan Belloso, en 1995 y recientemente en el juicio oral, quien narró que en su calidad de consejero delegado recibió un informe de la subdirección de auditoría interna, a cargo de Rafael Merino, en 1992, en el que se ponían de relieve irregularidades en la operación y posibles delitos fiscales. Belloso habló el asunto con Conde y le envió el informe. En apoyo de sus afirmaciones, Belloso aportó un documento manuscrito dirigido a Conde y aseguró que, más tarde, vió el documento en la mesa de trabajo del entonces presidente de Banesto. Conde le dijo, según Belloso, que habló con Garro y que no había problemas.

Ayer, Conde fue trasladado en furgón policial desde Alcalá Meco para declarar ante la juez Teresa Palacios, que investiga qué papel desempeñó Conde en esta operación. La juez le preguntó qué sabía del asunto.

Conde dijo: "No tengo ni la menor idea... Son operaciones de 1989 y 1990, no tuve conocimiento ni de la compra de los locales, ni del precio. Absolutamente nada".

Según narró, "Belloso, de una manera completamente informal, sin ninguna referencia a la auditoría interna, me dice que puede haber problemas de impuestos en la dirección de Fernando Garro". Eso fue, según Conde, en el verano de 1992. Y, según el ex banquero, "también de una manera absolutamente informal le digo a Garro que según el señor Belloso parece que hay algunos problemas de impuestos en su dirección. Y Garro me contesta que no sabe a que se refiere Belloso".

Conde subrayó ayer que tenía "una buena relación con Garro" en 1995, y que al preguntarle sobre la operación "no me aclara absolutamente nada". Y ahora, señaló ayer Conde, su relación con Garro ha "cambiado 180 grados por temas que nada tienen que ver con locales comerciales por ahora". El ex banquero insinúa, pues, que la operación locales puede conducir a un choque con Garro.

Según el presunto testaferro de Garro en la operación, Tomás Allende, éste conoció a Garro en casa de Conde. Ayer, el ex banquero dijo que había conocido a Allende "mucho antes de llegar a Banesto", aunque no recordaba haberle presentado a Garro en su domicilio particular.

Conde, que ya ha atacado a Belloso en el caso Argentia bis, en un juzgado de Madrid, volvió, a instancias de su letrado, Juan Sánchez-Calero, a hacerlo ayer. "Belloso cobraba por trabajar como consejero delegado. Era el jefe de Garro. Lo que debió hacer era hablar con sus subordinados y solucionar las posibles irregularidades. Lo que no tiene sentido es que no haga nada de esto y diga que lo traslada al presidente".

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