A la espera de nuevos contactos

La última charla entre el secretario general del PSOE y el candidato a la presidencia del Gobierno se convocó de nuevo para ajustar posiciones diversas sobre un mismo asunto. No era la primera vez que sucedía desde que el PSOE se ha dotado de un sistema bicéfalo para gobernarse tras las elecciones primarias que ganó José Borrell y todo parece indicar que no será la última.En esta ocasión es obvio que no se ve de la misma manera el proceso de renovación parlamentaria desde el entorno de Joaquín Almunia que desde el de Borrell, aunque ambos prefieren pensar que, tras una primera reunión de la no...

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La última charla entre el secretario general del PSOE y el candidato a la presidencia del Gobierno se convocó de nuevo para ajustar posiciones diversas sobre un mismo asunto. No era la primera vez que sucedía desde que el PSOE se ha dotado de un sistema bicéfalo para gobernarse tras las elecciones primarias que ganó José Borrell y todo parece indicar que no será la última.En esta ocasión es obvio que no se ve de la misma manera el proceso de renovación parlamentaria desde el entorno de Joaquín Almunia que desde el de Borrell, aunque ambos prefieren pensar que, tras una primera reunión de la no salieron satisfechos sino más bien preocupados, todo pueda reconducirse con más contactos. Ambos equipos pretenden evitar que este proceso de cambios acabe por convertirse en otro ejemplo de agresiones mutuas.

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Lo cierto es que Joaquín Almunia emprende hoy un viaje de trabajo a varios países del Cono Sur Latinoamericano que se prolongará hasta el próximo domingo y en su entorno se confía en que Borrell no anuncie cuáles son finalmente los cambios de portavoces hasta que hable nuevamente con el secretario general del PSOE.

Almunia estará acompañado en esta gira por el secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, Raimon Obiols, y por el secretario de Cultura, Joaquín Leguina, precisamente uno de los principales afectados en esta renovación de cargos. El equipo de Almunia no ha sabido precisar si éste consideraría suficiente que el intercambio de opiniones se pudiera sostener por teléfono. Tampoco se podía asegurar este fin de semana si Borrell llevará adelante los cambios como tenía previsto entre los días 23 y 25 o esperará otra semana para hablarlos personalmente con Almunia.

La responsabilidad del grupo parlamentario recae totalmente en José Borrell y así quedó claro en el documento de compromiso que ambos políticos firmaron para asegurar la paz interna tras las elecciones primarias. Almunia accedió entonces a permanecer como secretario general.

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