Las playas valencianas son las que más arena pierden de toda España
La Comunidad Valenciana es la autonomía que más superficie de costa pierde de España. La situación más grave se registra de Castellón a Sagunto, cuya regeneración, según la dirección general de Costas, precisa de una inversión de 40.000 millones de pesetas. La pérdida de arena por las corrientes en esta zona - 150.000 metros cúbicos- ha provocado una erosión de un millón de metros cuadrados en los últimos 50 años. La construcción de espigones es la solución planteada, pese a ser la más cara y la de mayor impacto ambiental.
El viento del noreste que empuja el oleaje desde el delta del Eb...
La Comunidad Valenciana es la autonomía que más superficie de costa pierde de España. La situación más grave se registra de Castellón a Sagunto, cuya regeneración, según la dirección general de Costas, precisa de una inversión de 40.000 millones de pesetas. La pérdida de arena por las corrientes en esta zona - 150.000 metros cúbicos- ha provocado una erosión de un millón de metros cuadrados en los últimos 50 años. La construcción de espigones es la solución planteada, pese a ser la más cara y la de mayor impacto ambiental.
El viento del noreste que empuja el oleaje desde el delta del Ebro y la inclinación del litoral valenciano son los causantes de que las playas del sur de la provincia de Castellón y del norte de la de Valencia pierdan anualmente hasta 2.000 metros cuadrados de superficie arenosa por kilómetro de costa. Este problema, agravado por la construcción de puertos marítimos y presas en ríos, sólo se registra en otro punto del país: Huelva. Un estudio piloto intenta hallar la mejor solución para un fenómeno erosivo que en el sur de Borriana ha hecho desaparecer 150 metros de arena hacia el interior. Las alternativas de actuación se reducen a tres: la opción cero, consistente en la retirada de sedimentaciones sin ejecutar ningún tipo de infraestructura; la opción blanda, que apuesta por la restitución de la costa con la aportación de arena o grava de otros lugares, y la rigidización, que consiste en interrumpir del transporte natural de material con barreras artificiales o espigones. Ésta es la solución más cara, pero, según el estudio de la dirección general de Costas, la más adecuada para las playas valencianas, en las que el desgaste es constante. Su coste de ejecución requiere una inversión de 1.000 millones de pesetas por kilómetro. La construcción de espigones intermedios entre Castellón y Sagunto (una veintena perpendiculares a la costa y cuatro paralelos; dos en Almassora y dos en Xilxes) ha paliado provisionalmente el desgaste. Los puntos que han sufrido una mayor regresión de costa se ubican en el sur de las playas de Castellón, Borriana, Canet d"En Berenguer y Sagunto. Paradójicamente en el norte de ellas, a causa de la creación de puertos, se concentran los mayores niveles de superficie arenosa ganada. Borriana ha perdido en el último medio siglo 400.000 metros cuadrados de costa en la playa de La Serratella y ha ganado 310.000 en El Arenal. En Castellón han desaparecido 40.000 metros cuadrados en el Serrallo y La Torre y el transporte de material ha creado una zona arenosa de 220.000 metros en El Arenal y El Serradal. En este término municipal la mayor destrucción de superficie se dio antes de 1947. La solución definitiva, según Costas, exige una "gestión integral" del litoral valenciano para que las intervenciones localizadas no trasladen el problema a la playa vecina. El informe propone una actuación sobre un tramo superior a la superficie de titularidad estatal, lo que implica que administraciones menores, pese a estar marginadas en competencias costeras, contribuyan con sus fondos a la recuperación del litoral.