Duda en la programación

El otro día acudí a Segovia para ver una actuación de Ana Belén y de Miguel Ríos. Creo que son dos profesionales muy completos, por lo que pensé que el éxito de la velada estaba asegurado. En efecto, el espectáculo fue correcto: la orquesta, muy buena, y ellos dos siempre hacen las cosas de manera excelente. Sus personalidades y su actitud hacia el público, el afecto que logran desencadenar, son constantes de sus actuaciones.Pero he de decir que las letras de las canciones que interpretaban, aparte de ser bastante ordinarias, creo que mostraban los desequilibrios que existen en las traduccione...

El otro día acudí a Segovia para ver una actuación de Ana Belén y de Miguel Ríos. Creo que son dos profesionales muy completos, por lo que pensé que el éxito de la velada estaba asegurado. En efecto, el espectáculo fue correcto: la orquesta, muy buena, y ellos dos siempre hacen las cosas de manera excelente. Sus personalidades y su actitud hacia el público, el afecto que logran desencadenar, son constantes de sus actuaciones.Pero he de decir que las letras de las canciones que interpretaban, aparte de ser bastante ordinarias, creo que mostraban los desequilibrios que existen en las traducciones. Interpretaban canciones referidas a Bertolt Brecht, que no fue precisamente una hermanita de la caridad. Salvo este aspecto, acentuado por el marco de la iglesia románica de San Esteban, en el que se realizaba, todo resultó bien, rubricado por la energía del director de la orquesta Ciudad de Granada.

Al finalizar el espectáculo, pensé en los Veranos de la Villa, cuya programación es correcta este año, aunque noto ausencias importantes. La duda era inmediata: ¿no estarán Ana Belén y Miguel Ríos afrontando un cierto ostracismo en la programación cultural de Madrid? No quiero que se interprete como una insinuación maliciosa, sino más bien como una duda razonable.-