32.000 jugadores para 18 campos
La Federación Madrileña de Golf cuenta con 32.000 federados, que tienen que repartirse por los 18 campos existentes en la región. "Hasta hace poco teníamos 19, pero el de Aranjuez cerró en mayo porque no lograba los permisos necesarios para convertirse en instalaciones públicas. Hasta ahora, este campo era sólo de uso particular. Pero el propietario, harto de tantos impedimentos administrativos, ha arrasado la zona y ha plantado otra cosa", explicó ayer el gerente de la federación, Alfonso Fernández de Córdoba."En Madrid es muy difícil abrir un campo por las quejas de los ecologistas. Dicen qu...
La Federación Madrileña de Golf cuenta con 32.000 federados, que tienen que repartirse por los 18 campos existentes en la región. "Hasta hace poco teníamos 19, pero el de Aranjuez cerró en mayo porque no lograba los permisos necesarios para convertirse en instalaciones públicas. Hasta ahora, este campo era sólo de uso particular. Pero el propietario, harto de tantos impedimentos administrativos, ha arrasado la zona y ha plantado otra cosa", explicó ayer el gerente de la federación, Alfonso Fernández de Córdoba."En Madrid es muy difícil abrir un campo por las quejas de los ecologistas. Dicen que destruimos el medio ambiente, pero es todo lo contrario. Por cada árbol que cortamos, plantamos diez. En Andalucía, en cambio, como es zona turística, es sencillo abrir un campo", añade Fernández de Córdoba.
Cada campo de golf tiene una media de 12.000 metros cuadrados de césped, que debe ser regado varias veces al día. Los ecologistas consideran que cada una de estas instalaciones deportivas consume tanta agua como una ciudad de 125.000 habitantes. Recuerdan además que el mantenimiento del césped obliga a la utilización de productos fitosanitarios, que pueden contaminar las aguas subterráneas.
Alfonso Fernández de Córdoba niega que este deporte sea "de ricos". "Hay campos con precios relativamente accesibles, como el del Olivar de la Hinojosa, donde se puede jugar por 5.800 pesetas. No obstante, lo mejor es hacerse socio de un club, que cuesta alrededor de dos millones de pesetas".
De los 18 campos de la región, quince admiten socios. Antes de poder practicar este deporte hay que recibir unas quince clases de media hora. Cada clase cuesta 2.800 pesetas. Es obligado realizar un examen oficial.