Entrevista:

"Es un error recomendar precios más baratos"

JOSÉ NÚÑEZCONSEJERO DE TURISMO Y DEPORTES José Núñez habla con orgullo de las cifras del turismo, de los cinco años de crecimiento constante y, sobre todo, de las excelentes perspectivas de futuro. Para un andalucista, confiesa, es un honor gestionar un sector en el que asevera que Andalucía es líder mundial.José Núñez no tiene remilgos. Después de dos años al frente de la consejería de Turismo y Deportes, recuerda que es el consejero más valorado y reconoce que se han hecho las cosas bien. Entre sus éxitos cuenta haber sabido vertebrar un sector que estaba muy atomizado y que este año ganará...

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JOSÉ NÚÑEZCONSEJERO DE TURISMO Y DEPORTES José Núñez habla con orgullo de las cifras del turismo, de los cinco años de crecimiento constante y, sobre todo, de las excelentes perspectivas de futuro. Para un andalucista, confiesa, es un honor gestionar un sector en el que asevera que Andalucía es líder mundial.José Núñez no tiene remilgos. Después de dos años al frente de la consejería de Turismo y Deportes, recuerda que es el consejero más valorado y reconoce que se han hecho las cosas bien. Entre sus éxitos cuenta haber sabido vertebrar un sector que estaba muy atomizado y que este año ganará 186.000 millones de pesetas más que el anterior. Tampoco se muerde la lengua al reprochar al ministro Rodrigo Rato su error por recomendar precios más baratos. Pregunta. El turismo se ha convertido en el motor de la economía andaluza, ¿tiene algo que ver la creación de la consejería que usted dirige? Respuesta. No tengo más remedio que decir que sí, y los portavoces del sector me lo reconocen. El sector nota que está siendo más observado que nunca por el resto de la población porque tiene más peso político y por tanto también mediático y, sobre todo porque está ganando dinero, si no no estaría contento. Hay negocio, movemos dinero y empleo y socialmente estamos superando esa vieja visión del turismo como una vía de resignación, como no tenemos otra cosa nos dedicamos a ser los camareros de Europa. El turismo es la primera industria del mundo y hasta el 2002 se va a doblar el número de viajeros y a cuatriplicar los ingresos. Nosotros estamos a la cabeza, somos la comunidad con más ingresos por turismo en un país que es el primero de Europa en turismo. P. Usted ha animado a los empresarios a hacer un lobby andaluz, ¿qué papel se reserva la administración en la mejora de los cauces de comercialización? R. No tendría ningún sentido hacer un touroperador público. En una primera etapa podríamos estar para darle impulso. Es como la central de reservas telemática, lo ideal es que sea privada al 100%, pero si no arranca y los empresarios necesitan que alguien aglutine al principio, yo estoy dispuesto a hacerlo pero para dar inmediatamente dos pasos atrás. El touroperador tiene que comercializar productos andaluces y nosotros tenemos muchos recursos ociosos, no convertidos en productos. A veces creemos que con la sola existencia del recurso ya basta. Tenemos que meternos en la cabeza que el turismo no son las camas hoteleras, son las razones por las cuales viene la gente y si queremos cuidar el turismo, tenemos que cuidar esas razones. P. Pese a los buenos datos, el punto débil hasta ahora es el empleo, que crece a ritmo inferior. R. Es lógico, no hay ninguna empresa que si crecen los clientes a un 5%, lo haga también el empleo. Es verdad que el crecimiento del empleo no ha ido a la velocidad de la economía, pero tenemos un escenario ambicioso y pretendemos llegar a los 200.000 empleos en cinco años, es decir, crear 80.000 puestos más, y esto son cifras muy serias. Buena parte del futuro del empleo estará en el turismo, pero tampoco se le puede exigir al sector que lleve todo el peso del crecimiento de la economía a sus espaldas. P. El ministro de Economía ha recomendado a los empresarios que moderen sus precios R. Me parece un error hablar de políticas de precios. Esto es un inmenso negocio y hay que plantear estrategias de búsqueda de calidad, que el grado de satisfacción sea muy alto. El objetivo no debe ser que el ocio cueste muy poco, sino que deje mucha riqueza en Andalucía y que quien compre repita. El secreto es que el cliente sea cautivo y eso no se consigue siendo el más barato, sino el que da más calidad. Al sector se le puede pulgar si tiene fallos en la calidad, si lo que cobra no se corresponde con lo que da. Sí estaríamos dispuestos a intervenir en algunas partes del sector no competitivas, aunque eso se lo carga el propio mercado. Me parece un error transmitir que el sector turístico es caro, porque es como decir que no tiene calidad. Hay que hacer políticas de búsqueda de calidad y desde luego que no se consiguen nunca con una política suicida de precios. Me parece errónea la entrada del ministro en el sector recomendando precios más bajos. Dígame usted donde cobro más de lo que doy, pero no me recomiende que sea el más barato porque perderé el mercado. En el mundo del ocio no se puede recomendar ser muy barato, hay que recomendar ser muy competitivo. P. Pero las encuestas de satisfacción de los turistas muestran que el precio es el elemento que más empeora en Andalucía R. Siempre preocupa, pero mírese el grado de satisfacción, el turismo andaluz se evalúa con más de notable. A nadie le gusta el precio, y el precio nunca mueve al ocio, mueve a otros segmentos de primera necesidad. Si se detecta que han subido los precios, a lo mejor es que damos más calidad. Lo que está claro es que si alguien pone unos precios que no responden a lo que ofrece, quedará en la cuneta el solo. P. También sigue habiendo aún importantes carencias de infraestructuras. R. Hemos tenido una primera reunión del consejo sectorial de turismo para que todas las consejerías entren a ver como se resuelven las deficiencias. Lo primero que tiene que tener un turista es un buen transporte y ahí estamos sufriendo la política de suspensión de vuelos de Iberia. Tampoco se puede hablar de calidad sin no hay ciclo integral del agua. Hay que plantear que todos los servicios sectoriales se preñen de intencionalidad turística, que hay muchas necesidades, pero las que afectan al turismo lo hacen a una parte importante de nuestros ingresos y son, por tanto, prioritarias. P. El borrador de la Ley de Turismo ha recibido críticas de intervencinonismo. Ley del turismo R. Creo que han sido quejas de charlas de café y apriorísticas. Hubo empresarios que dijeron de antemano que era intervencionista porque pensaban que la mejor ley es la que no existe. La ley establece las reglas de juego y hasta ahora es bien vista. Hay cuestiones importantes como la figura de los municipios turísticos, que tienen una sobrecarga de población flotante y no tienen ingresos suficientes para satisfacer todos los servicios, o como se articulan las competencias, o como se sanciona a quien no cumpla un mínimo de calidad. No somos intervencionistas, pero hay tres cosas que son irrenunciables: la seguridad, la sanidad y la calidad. En lo demás, que sea el sector quien se defina. P. ¿Habrá cauces de financiación extraordinaria para los municipios turísticos? R. Naturalmente, si no es así no tiene sentido definir un municipio turístico. Se trata precisamente de que reciban ayudas extra para satisfacer las necesidades propias extraordinarias que tienen. Aquí hablar de café para todos es una gran injusticia. P. El turismo se caracteriza por su fluctuación, ante una eventual crisis, ¿cree que será más fuerte para resistir que en 1992? R. Esas cosas no pasan como las tormentas, se ven venir y ahora no hay atisbo. Estamos apostando por estructura, no por cosas que se pueden caer con facilidad. Por ejemplo, el turismo residencial está creciendo a más velocidad que el hotelero y ello ha supuesto un tirón de la construcción, ese cliente es cautivo. La estrategia de promoción es que Andalucía es un producto singular, no standarizado, hay sol y playa, cultura, naturaleza, etc. El cliente viene a ver Andalucía, no sólo a bañarse en una playa. Quizá haya algunos destinos andaluces que están montados como burbuja artificial que pudieran tener problemas a medio o largo plazo. El que quiere ver Cazorla, Doñana, Córdoba, Sevilla o Granada tiene que venir aquí. Esto es como Venecia, el que quiere ver góndolas tiene que ir allí. En el escenario mundial para la próxima década, todo lo que hay es crecimiento.

"El objetivo no debe ser que el ocio cueste muy poco, sino que deje mucha riqueza en Andalucía"

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