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Día 2 de julio. Soy un sufrido pasajero del vuelo IB3103 de Lisboa a Madrid, mentalizado por los retrasos habituales, voy perfectamente pertrechado con un libro regalado y dedicado cariñosamente por mi esposa, preparado para lo que sea.Curiosamente, el vuelo procedente de Madrid llega a Lisboa con tan sólo 10 minutos de retraso sobre el horario previsto. Continúan las curiosidades en cuanto que el vuelo hacia Madrid sale con tan sólo 30 minutos de retraso. Durante el vuelo, los auxiliares están permanentemente con la lengua fuera para atender el programa de atención previsto para el vuelo, ya ...

Día 2 de julio. Soy un sufrido pasajero del vuelo IB3103 de Lisboa a Madrid, mentalizado por los retrasos habituales, voy perfectamente pertrechado con un libro regalado y dedicado cariñosamente por mi esposa, preparado para lo que sea.Curiosamente, el vuelo procedente de Madrid llega a Lisboa con tan sólo 10 minutos de retraso sobre el horario previsto. Continúan las curiosidades en cuanto que el vuelo hacia Madrid sale con tan sólo 30 minutos de retraso. Durante el vuelo, los auxiliares están permanentemente con la lengua fuera para atender el programa de atención previsto para el vuelo, ya que el piloto ha debido decidir recortar el retraso.

Llegamos a Madrid sin novedad, pero cuando llego a mi casa me doy cuenta de que mi precioso libro lo he dejado olvidado en el avión. Apesadumbrado por su valor sentimental, totalmente convencido de su pérdida y sin esperanzas decido llamar al servicio de información de Iberia, que he utilizado otras veces para reservar vuelos y siempre con buen servicio, donde me facilitan unos teléfonos habilitados recientemente por Iberia por los follones de pérdida de equipajes. Tras 10 minutos de insistencia, consigo contactar con uno de los teléfonos y me atiende

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muy amablemente una señorita a la que explico mi problema, la cual tras dos minutos de gestión me comunica que mi precioso libro ha sido recogido y depositado en el departamento de pérdidas de equipajes, que recojo al día siguiente, no sin antes agradecer la gestión de Iberia en el tratamiento de algo de tan poco valor para ellos y tan grande para mí. Iberia funciona.-