El Gobierno francés vende GAN al grupo Groupama

La última compañía aseguradora pública francesa, GAN, será privatizada y vendida a la aseguradora mutualista, también francesa, Groupama, que pagará 17.250 millones de francos (431.250 millones de pesetas) por hacerse con el 87,1% de capital que posee actualmente el Estado. El Gobierno francés justificó ayer la elección de Groupama frente a la candidatura presentada igualmente por la compañía suiza Swiss Life, por su interés en reforzar el sector financiero francés."La solución favorece la emergencia de un segundo polo generalista francés, detrás de AXA-UAP", indicó el ministro de Economía, Do...

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La última compañía aseguradora pública francesa, GAN, será privatizada y vendida a la aseguradora mutualista, también francesa, Groupama, que pagará 17.250 millones de francos (431.250 millones de pesetas) por hacerse con el 87,1% de capital que posee actualmente el Estado. El Gobierno francés justificó ayer la elección de Groupama frente a la candidatura presentada igualmente por la compañía suiza Swiss Life, por su interés en reforzar el sector financiero francés."La solución favorece la emergencia de un segundo polo generalista francés, detrás de AXA-UAP", indicó el ministro de Economía, Dominique Strauss-Kahn, tras anunciar la decisión gubernativa. La suma de GAN y de Groupama, cuyas cifras de negocios alcanzan respectivamente los 50.800 millones de francos (1,27 billones de pesetas) y los 36.600 millones de francos (915.000 millones de pesetas), convierten al nuevo grupo en el cuarto asegurador de Francia.

La privatización de GAN permitirá al Estado francés embolsarse en total, contados los ingresos fiscales resultantes de las plusvalías, unos 21.300 millones de francos (532.500 millones de pesetas), 1.000 millones más que los que invirtió en ayudas a esta compañía.

Strauss-Kahn subrayó ayer que la compañía privatizada se encontraba en una situación dramática, "en estado de bancarrota virtual", hace menos de un año, con pérdidas acumuladas que alcanzaban los 40.000 millones de francos. El ministro atribuyó esa situación catastrófica a "la política aventurera" llevada a cabo dentro del sector inmobiliario. La inyección financiera estatal y la drástica modificación de la política de la compañía permitió encauzar el rumbo de la última aseguradora pública francesa.

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