15.000 maletas se quedaron en tierra en Barajas durante el fin de semana

Unas 15.000 maletas se quedaron en tierra este fin de semana en Barajas, lejos de sus dueños, que intentaron, sin éxito, recogerlas en sus lugares de destino. Unos dos mil equipajes seguían ayer amontonados en las instalaciones del aeródromo a la espera de ser enviados a algún punto del mundo. Iberia culpa del desbarajuste al "caos" que sufre el aeropuerto desde hace una semana, cuando se cambió el sistema informático de control aéreo, lo que motivó la cancelación de 135 vuelos y retrasos en más de un 50% de sus operaciones a lo largo de siete días.La mayor parte de los equipajes atascados cor...

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Unas 15.000 maletas se quedaron en tierra este fin de semana en Barajas, lejos de sus dueños, que intentaron, sin éxito, recogerlas en sus lugares de destino. Unos dos mil equipajes seguían ayer amontonados en las instalaciones del aeródromo a la espera de ser enviados a algún punto del mundo. Iberia culpa del desbarajuste al "caos" que sufre el aeropuerto desde hace una semana, cuando se cambió el sistema informático de control aéreo, lo que motivó la cancelación de 135 vuelos y retrasos en más de un 50% de sus operaciones a lo largo de siete días.La mayor parte de los equipajes atascados corresponden a pasajeros en tránsito (personas que han cambiado de avión en Madrid camino de otro destino nacional o internacional). Ayer eran unos mil los viajeros que aguardaban, en distintos puntos de España y del mundo, la llegada de su equipaje. Iberia considera que el cambio en el sistema informático de control aéreo no es la única razón de tan fabuloso atasco de maletas. Según un portavoz de la compañía, también ha influido el cambio de ubicación dentro del aeródromo de la principal cadena de distribución de equipajes, conocida entre los trabajadores del aeropuerto como el hipódromo.

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Iberia, responsable de la mayor parte del equipaje que circula por Barajas, lo explicó ayer así: "A AENA [Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea, organismo del Ministerio de Fomento que gestiona el aeropuerto] no se le ha ocurrido otra cosa que cambiar el sistema de control aéreo días antes de las vacaciones. Esto provoca retrasos en los vuelos, sobre todo en las conexiones. Los horarios no coinciden, los pasajeros van de un lado para otro, se suspenden vuelos, se distribuye el pasaje como se puede... Pero los equipajes no pueden seguir el mismo ritmo. Moverlos es más complicado. Se intenta con otros vuelos, pero éstos también sufren demoras. Los equipajes se acumulan y todo se complica". Iberia afirma que la situación se ha agravado en los últimos días porque AENA ha trasladado a una esquina del aeropuerto (a la terminal T-3) la principal instalación de distribución de equipajes, lo que obliga a los camiones de reparto a recorrer más distancia y, por tanto, a emplear más tiempo.

Iberia y AENA se acusan mutuamente del mayúsculo atasco en el reparto de las maletas

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) considera "tanto a Iberia como al aeropuerto responsables de la situación". José María Múgica, portavoz de la OCU, calificó de "inaceptable" que "miles de personas hayan perdido su equipaje por falta de previsión, y mucho más inaceptable que no se haya avisado a los usuarios del desbarajuste". Múgica cree que, con buena información, los pasajeros hubieran decidido si les merecía la pena tomar o no el avión.Los afectados por la pérdida de sus maletas se mostraron ayer muy críticos con los responsables del aeropuerto y de Iberia. María Teresa Villanueva lo contó así: "Yo iba de Bilbao a Marsella. Hice transbordo en Barcelona. Nos avisaron de que el vuelo a Francia llevaba cuatro horas de retraso y fuimos a tomar un café. Cuando volvimos, el avión se había marchado. Fue cuando perdimos la pista del equipaje. Nos fuimos a un hotel. A las tres de la madrugada nos avisaron de que habían encontrado el equipaje. Al día siguiente salimos con destino a Marsella. A la vuelta tuvimos que parar en Madrid. Nos volvieron a perder las maletas. Llegamos a Bilbao, y aquí estoy, esperando que vuelva mi equipaje. Esto es de vergüenza".

Francisca Sánchez relató ayer el caso de su hijo Alberto. "Se marchó en un vuelo a Tenerife el viernes. Llevaba toda su ropa, mucha recién comprada, porque ha encontrado trabajo allí. Nada más llegar a Canarias, nos llamó con un berrinche enorme. ¡Le habían perdido todo! Lleva viernes, sábado, domingo y lunes sin nada que ponerse. Dice que nadie le hace caso. Yo lo he intentado desde Madrid, pero me dicen que hay quince mil y pico maletas atascadas y que no saben cómo solucionarlo. Hoy [por ayer] el teléfono de reclamación está colapsado. No consigo contar a nadie mi problema".

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