Los socialistas acusan al PP de promover la especulación con el nuevo PGOU de Castellón

El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Castellón ha recibido ya más de un millar de alegaciones de asociaciones de vecinos, particulares y formaciones políticas. Los socialistas han ido desglosando sus peros a esta revisión y han encontrado un sinfín de "detalles inexplicables". Ayer, el portavoz del grupo municipal, Juan Callao, y el asesor de Urbanismo, Daniel Gozalbo, explicaron sus alegaciones para la parte este de la ciudad, en la que consideran que el plan del PP promueve una "operación especulativa inmobiliaria de colonización de suelo".

Desde el PSPV municipal se h...

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El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Castellón ha recibido ya más de un millar de alegaciones de asociaciones de vecinos, particulares y formaciones políticas. Los socialistas han ido desglosando sus peros a esta revisión y han encontrado un sinfín de "detalles inexplicables". Ayer, el portavoz del grupo municipal, Juan Callao, y el asesor de Urbanismo, Daniel Gozalbo, explicaron sus alegaciones para la parte este de la ciudad, en la que consideran que el plan del PP promueve una "operación especulativa inmobiliaria de colonización de suelo".

Desde el PSPV municipal se ha denunciado, por ejemplo, la propuesta del plan para la avenida del Mar, vía que conecta la ciudad con el distrito marítimo. Los socialistas han mostrado su extrañeza sobre la calificación del suelo como urbano, en lugar de urbanizable, lo que proporcionará a los propietarios la ventaja de no tener que ceder porcentaje alguno de suelo. Sin embargo, esta peculiaridad, según Gozalbo, no se da en toda la avenida sino sólo en la parte norte de la misma, donde las viviendas que se construyan habrán de levantarse sobre un mínimo de 1.500 metros cuadrados. El asesor de Urbanismo del PSPV indicó también que el potencial de vivienda es menor en el primer tramo de la avenida para pasar a incrementarse en las zonas más cercanas al Grau. Así, mientras que en el área marcada como primera actuación la densidad es muy baja, al llegar al mismo distrito marítimo ésta aumenta. Además, los socialistas criticaron el hecho de que la calificación de urbano en esta zona se haya delimitado con "rigidez", mientras que en solares más próximos a la marjalería la protección o recalificación atiende a lindes de fincas particulares, con lo que sobre el plano quedan parcelas absolutamente irregulares. "Se ha atendido más al registro de la propiedad que al estudio de impacto ambiental", aseveró Callao, quien fue más lejos al añadir: "Ya lo tienen todo comprado y si dijera tres o cuatro nombres seguro que acertaría más de uno". El portavoz del grupo municipal socialista mantuvo que con el potencial de más de 2.300 viviendas previstas hasta El Grau, al que se suma la ya iniciada urbanización y construcción de toda la parte este del casco urbano, "se agotan las previsiones de crecimiento demográfico, con lo que no se producirá la conexión con los barrios del oeste". En cuanto al Pinar, la zona verde más extensa de Castellón, Gozalbo indicó que se han eliminado de 6.000 a 10.0000 metros cuadrados de suelo para "en un acto de depredación, convertir en residencial un suelo en el que hay construidos unos chalés que estaban fuera de ordenación". Los socialistas castellonenses criticaron igualmente la decisión del equipo de gobierno popular de dejar la ordenación y solución de la polémica marjalería para un plan especial, con lo que "se sitúan en la ambigüedad y a la búsqueda del voto cautivo", según dijo Callao. Con la calificación de urbanizable de residencia rural se reconvierte una zona calificada hasta ahora como rústica, con el fin de legalizar las más de 4.000 viviendas ilegales en el marjal castellonense. Gozalbo recalcó, además, la "dudosa interpretación de la ley" en cuanto a la calificación de urbano de un suelo que se encuentra en el límite de los términos de Castellón y Benicàssim y que, según dijo, no posee el alcantarillado, aceras y desagües que la calificación de urbano precisa. A este respecto, hizo hincapié en que la adecuación de dos viales para llegar a esta zona habrá de ser pagada por todos los castellonenses con un coste de unos 600 millones de pesetas. Juan Callao apuntó que ésta es la cifra necesaria para admitir la propuesta de uno de los barrios que ha manifestado sus quejas con más tesón, San José Obrero, que exige una zona verde en un solar para el que se prevé la máxima edificabilidad. Ciudad fría Esta zona es la que será liberada con la construcción subterránea de la estación de Renfe, en una parcela de 43.000 metros cuadrados. Los vecinos reclamaban suelo dotacional y zona verde, mientras que el Ayuntamiento ha afirmado que existe un convenio con Renfe que exige el citado potencial de construcción. Las asociaciones de vecinos presentaron un detallado informe sobre el PGOU, en cuyas conclusiones se indica que "el vehículo, la industria y los intereses de unos pocos no son motivo suficiente para planificar una ciudad fría, insolidaria e insostenible". Frente a estas quejas, el concejal de Urbanismo, Víctor Falomir, ha asegurado que esta revisión del PGOU ha sido "consensuada" y "participativa".

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