El PSE deja abiertas todas las formas de respuesta contra el PNV

El PSE dejó ayer abiertas todas las posibilidades de respuesta contra el PNV si el viernes los de Xabier Arzalluz suman sus votos a HB para evitar que los diputados vascos tengan que jurar la Constitución. El respaldo de Joaquín Almunia a una posible ruptura del pacto de legislatura fue ayer bien recibida entre los socialistas vascos, que apostaron por radicalizar su respuesta al PNV y plantearon, además, una fuerte oposición a la reforma del IRPF que diseña el candidato a lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe.

Las amenazas del PSE fueron respondidas ayer desde la Presidencia del Gob...

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El PSE dejó ayer abiertas todas las posibilidades de respuesta contra el PNV si el viernes los de Xabier Arzalluz suman sus votos a HB para evitar que los diputados vascos tengan que jurar la Constitución. El respaldo de Joaquín Almunia a una posible ruptura del pacto de legislatura fue ayer bien recibida entre los socialistas vascos, que apostaron por radicalizar su respuesta al PNV y plantearon, además, una fuerte oposición a la reforma del IRPF que diseña el candidato a lehendakari del PNV, Juan José Ibarretxe.

Las amenazas del PSE fueron respondidas ayer desde la Presidencia del Gobierno vasco con indiferencia: "Si los socialistas quieren irse pueden irse".De entrada el PSE romperá las amarras legislativas a las que les obliga el Pacto de legislatura si se confirma un nuevo pacto del PNV con la Mesa Nacional de Herri Batasuna. Los socialistas expresaron en una reunión de su dirección celebrada ayer su indignación con las últimas actuaciones del PNV, que ha pactado con HB desde la ley del Deporte hasta algunas propuestas sobre Treviño.

Los socialistas emplazarán al PNV a que deje de abanderar con HB asuntos de puro carácter simbólico y tenga la valentía de apostar definitivamente por "construir" con HB en aquellos asuntos de calado social que hasta ahora pactaban con el PSE. Durante el debate, algunos miembros del PSE expusieron que abandonar el Gobierno vasco cuando apenas faltan tres meses hasta la convocatoria de las elecciones sería un gesto simbólico. Apenas si quedan cuatro plenos parlamentarios en los que, salvo la reforma del reglamento del Parlamento, en la que está sobre la mesa la jura de la Constitución, sólo quedan pendientes la Ley de Ordenación Universitaria y la Ley del Voluntariado.

Donde los socialistas sí podrían plantear una batalla política de importancia es en la reforma del IRPF. En la actualidad, el Gobierno sigue elaborando el Libro Blanco de la reforma del impuesto, que en septiembre será enviado a las Diputaciones forales para su aprobación en el consejo de Diputados y, posteriormente, iniciar la tramitación como proyecto de norma en las Juntas Generales. La oposición del PSE pondría en grave peligro la aprobación de una reforma que el PNV quiere en marcha para la próxima campaña.

Para el Partido Popular todo este asunto es una gran escenificación de los socialistas que tiene como último objetivo mejorar sus resultados electorales. "Las amenazas socialistas no son ni serias ni rigurosas", criticó ayer el secretario general de los populares vascos, Carmelo Barrio.

Barrio emplazó a los socialistas a romper los acuerdos de Gobierno que mantiene con el PNV en Ayuntamientos y Diputaciones, donde todavía queda un año de legislatura.

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