Entrevista:ANDRÉE MICHELSOCIÓLOGA

"La mujer está en la vanguardia de la lucha por los derechos humanos"

Pese a su avanzada edad, la socióloga y escritora Andrée Michel (Golfe Juan, Francia, 1920) sigue luchando con la misma fuerza que en sus años de juventud en defensa de los derechos humanos y contra la discriminación de la mujer. Directora honoraria del Centro Nacional de Investigación Científica de París, autora de una larga lista de estudios sobre el papel de la mujer en la sociedad -algunos de ellos por encargo de organismos como la Unesco y el Consejo de Europa- y miembro de varias sociedades científicas internacionales (entre ellas la International Peace Research Association), Andrée Mich...

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Pese a su avanzada edad, la socióloga y escritora Andrée Michel (Golfe Juan, Francia, 1920) sigue luchando con la misma fuerza que en sus años de juventud en defensa de los derechos humanos y contra la discriminación de la mujer. Directora honoraria del Centro Nacional de Investigación Científica de París, autora de una larga lista de estudios sobre el papel de la mujer en la sociedad -algunos de ellos por encargo de organismos como la Unesco y el Consejo de Europa- y miembro de varias sociedades científicas internacionales (entre ellas la International Peace Research Association), Andrée Michel sostiene que las mujeres han ejercido y ejercen un papel de vanguardia en la promoción de los derechos humanos y de la paz. "Ello, sin embargo, nunca se le ha reconocido a la mujer porque la sociedad patriarcal y sexista ha tenido interés en ocultarlo", afirmó Michel durante la conferencia que pronunció en Barcelona en el marco del ciclo Vuit cròniques pels drets humans, organizado por la Federación Catalana de ONG. Pregunta. ¿Por qué las mujeres se han erigido en las principales defensoras de los derechos humanos universales? Respuesta. No creo que deba buscarse la explicación en teorías de carácter biológico o metafísico-teológico, como alguien ha hecho. No es que la genética o la esencia de la mujer sean distintas a las del hombre. Las razones son sociológicas, hay que buscarlas en la situación de las mujeres dentro de la sociedad. Si han ejercido un papel de vanguardia en la lucha por los derechos humanos de todos es como reacción a la violencia y a la opresión que ellas mismas han sufrido y siguen sufriendo, ya sea en el Tercer Mundo o en las sociedades desarrolladas. P. ¿Cree que las mujeres han visto reconocido suficientemente este papel de vanguardia que usted les atribuye? R. Históricamente no se les ha reconocido porque, lamentablemente, siempre han dominado socialmente los valores patriarcales y sexistas. En las sociedades mercantiles, en las que manda el dinero, no interesa desenmascarar la realidad. Las mujeres sólo interesan en tanto que consumidoras u objetos sexuales y se omite o se infravalora su capacidad creativa y su comportamiento solidario. P. No parece creer mucho en las sociedades desarrolladas. R. Así es. Si bien, a diferencia de lo que ocurre en los países del Tercer Mundo, las mujeres en los países desarrollados no sufren prácticas tan bárbaras como la ablación, la poligamia o el divorcio arbitrario (repudio), la igualdad de derechos sigue siendo una de las principales asignaturas pendientes de los países más ricos. Me parece muy revelador que en países como Estados Unidos, Francia o Inglaterra, en los últimos 50 años la proporción de mujeres en las cámaras parlamentarias no ha sobrepasado el 10%. P. ¿En qué medida cree que han cosechado éxitos las mujeres como promotoras de los derechos humanos? R. Pese a que, como he dicho, nadie lo ha reconocido, las mujeres han desempeñado un papel a veces decisivo en el restablecimiento de la paz en tiempos de guerra y se han avanzado a menudo a las negociaciones de los políticos. Durante la I Guerra Mundial, por poner algún ejemplo, las mujeres de países como Francia y Alemania se movilizaron tres años antes del fin del conflicto para buscar una solución pacífica. En el acuerdo de paz para Irlanda del Norte, pese a que el éxito de las negociaciones se ha atribuido al primer ministro británico, Tony Blair, yo creo, como alguien ya ha apuntado, que la principal artífice del pacto fue una mujer: Mo Mowlam, la ministra británica para Irlanda del Norte. P. Sostiene usted, en algunos de sus numerosos ensayos, que la mujer ha ejercido una función especialmente significativa en la defensa del derecho a la alimentación. R. Efectivamente, porque el derecho a la vida no significa sólo no sufrir la amenaza de muerte que supone la guerra, sino también tener garantizada la nutrición. Una ONG, Acción Internacional para la Alimentación, encabezada por mujeres, se ha propuesto velar por que se respeten los pactos internacionales sobre el derecho a la nutrición, especialmente en los países más pobres. Creo que esta organización debería pedir cuentas a la Banca Mundial y al Fondo Monetario Internacional, que no respetan este derecho al apostar por la concentración de los medios de producción y la eliminación de los pequeños agricultores y campesinos, que no pueden subsistir y se ven arrastrados hacia la miseria. P. ¿Cuál cree que es el mejor antídoto contra la discriminación de la mujer? R. En primer lugar, los gobiernos deberían facilitar la promoción de la mujer dictando leyes antifascistas y antisexistas. En los países subdesarrollados, es importante que las mujeres se organicen en asociaciones contra la violencia, que deberían recibir el apoyo y la solidaridad exteriores. Pero el primer paso que debería dar Occidente en favor de las mujeres de estos países es dejar de venderles o regalarles armamento. Porque las armas favorecen las guerras, en las que las mujeres, al igual que los niños y los ancianos, son las principales víctimas.

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