Unos desconocidos atacan con explosivos la delegación de Hacienda de Cornellà

La ola de violencia callejera que están sufriendo desde hace unos meses diversas poblaciones de la comarca del Baix Llobregat, especialmente Cornellà, no sólo no parece cesar, sino que se intensifica por momentos. Esta ciudad vivió en la noche del martes un nuevo episodio de este tipo de violencia: unos desconocidos lanzaron hasta tres artefactos incendiarios contra las dependencias de la Delegación de Hacienda en Cornellà.

Ninguno de los tres artefactos dirigidos contra las dependencias de Hacienda de Cornellà, situada en la calle de Rubió i Ors, llegó a explosionar. Con éste son ya tr...

La ola de violencia callejera que están sufriendo desde hace unos meses diversas poblaciones de la comarca del Baix Llobregat, especialmente Cornellà, no sólo no parece cesar, sino que se intensifica por momentos. Esta ciudad vivió en la noche del martes un nuevo episodio de este tipo de violencia: unos desconocidos lanzaron hasta tres artefactos incendiarios contra las dependencias de la Delegación de Hacienda en Cornellà.

Ninguno de los tres artefactos dirigidos contra las dependencias de Hacienda de Cornellà, situada en la calle de Rubió i Ors, llegó a explosionar. Con éste son ya tres los incidentes ocurridos desde el fin de semana. Uno de los explosivos fue lanzado contra el interior de las dependencias de Hacienda. El artefacto rompió un cristal, pero por fortuna al caer en el interior no estalló. De haberlo hecho, hubiera causado, aparte de los daños materiales, un gran trastorno a la Delegación de Hacienda, ya que está en plena campaña de recogida de las declaraciones de la renta. Los otros dos artefactos, que tampoco provocaron deflagración alguna, fueron depositados en la puerta de la delegación. Jóvenes detenidos En la madrugada del pasado sábado, con dos horas de diferencia, otros dos artefactos hicieron explosión en un cajero automático de una entidad bancaria de Cornellà y en la redacción del semanario comarcal El Far del Llobregat. En esa ocasión, la explosión de los artefactos provocó en ambos casos pequeños incendios, aunque sólo hubo que lamentar daños materiales. La detención el pasado día 20 de mayo de cuatro jóvenes de Sant Boi de edades comprendidas entre 20 y 21 años, parecía haber resuelto el caso de los artefactos explosivos, pero esta nueva serie de atentados indica que no es así. La policía acusa a los cuatro jóvenes detenidos de participar en un atentado contra una empresa de trabajo temporal (ETT) y el cajero de una oficina bancaria. Los agentes intervinieron a los detenidos ocho artefactos incendiarios, dos lanzaderas, manuales de guerrilla urbana, recopilaciones de datos sobre atentados en sedes del PP, pasamontañas y publicaciones del entorno de ETA. La policía aseguró que los jóvenes mantenían contactos periódicos con el entorno etarra e incluso habían participado en el encuentro promovido por Jarrai en la localidad guipuzcoana de Oiartzun durante la pasada Semana Santa. Pero éstos no habían sido los únicos atentados ocurridos hasta entonces. A principios de marzo, otro cóctel mólotov fue lanzado contra la vivienda de un agente de policía en el barrio de Sant Ildefons de Cornellà. También se han producido en los últimos meses ataques contra otras ETT y entidades bancarias y la quema de decenas de contenedores de Cornellà. Se trata de actos de violencia que nadie reivindica. Tan sólo en alguna ocasión, como también ocurrió ayer, un comunicante anónimo llama a un medio de comunicación local para anunciar lo ocurrido.