Tribuna:

Pájaro en mano

La inversión a corto plazo puso ayer en evidencia la solidez del mercado y sus posibilidades inmediatas, al aprovechar el tirón alcista para colocar papel a precios altos. La situación de los mercados era de firmeza, un tanto relativa por estar apoyada en la subida del viernes de Wall Street y en la pujanza de la economía de EE UU, y entonces nadie se planteaba un cambio de tono.

La arrancada de la Bolsa española fue casi espectacular, con un avance de más del 1% que parecía prometer momentos mejores a lo largo del día, puesto que todos los mercados europeos abrieron con la misma tenden...

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La inversión a corto plazo puso ayer en evidencia la solidez del mercado y sus posibilidades inmediatas, al aprovechar el tirón alcista para colocar papel a precios altos. La situación de los mercados era de firmeza, un tanto relativa por estar apoyada en la subida del viernes de Wall Street y en la pujanza de la economía de EE UU, y entonces nadie se planteaba un cambio de tono.

La arrancada de la Bolsa española fue casi espectacular, con un avance de más del 1% que parecía prometer momentos mejores a lo largo del día, puesto que todos los mercados europeos abrieron con la misma tendencia y un tono parecido. La aparición de una cantidad de papel mayor que la que corresponde a una jornada alcista puso en guardia a los compradores y, a partir de ese momento, las transacciones estuvieron marcadas por una enorme prudencia.

Las cotizaciones volvieron, en términos generales, a los niveles del pasado viernes y aunque la negociación había crecido mucho por las operaciones iniciales y las posteriores cancelaciones, pronto quedó claro el equilibrio entre oferta y demanda.

De poco sirvió que las bolsas europeas se mantuvieran al alza y que Wall Street abriera dispuesto a consolidar el nivel de los 9.000 puntos. Para los inversores españoles lo que contaba era no quedar atrapados en un mercado de tendencia incierta.

El mercado de deuda, con un estancamiento casi total de los precios, invitaba a la inmovilidad en las bolsas, aunque al final tuvo un efecto negativo para las finanzas españolas. La rentabilidad de la emisión de referencia a 10 años se mantuvo en el 5,05% pero el mejor comportamiento del bono alemán hizo aumentar el diferencial entre ambos productos hasta 0,21 puntos, un nivel desconocido desde hace ya tres meses.

El mercado neoyorquino de Wall Street mantenía una ganancia de 45 puntos a media sesión, que al cierre de la misma se debilitó un poco. El índice Dow Jones avanzó 31,89 puntos (0,35%), hasta 9.069,60.

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