Crítica:CRÍTICAPOP

Cerrojazo urgente

Algunas personas ya comenzaban a sospechar que al artista madrileño Malcolm Scarpa pocos ases debían quedarle ocultos en la manga tras aquel 33 1/3 microsillons con el que logró redondear, a base de puntillosos arreglos y un acabado artesanal de sus partituras, la fórmula que había ensayado largamente en sus trabajos previos, pero no aportar las novedades exigidas para evitar que alguien pudiera hablar de una probable crisis de creatividad. El músico ha solventado el problema con un cerrojazo urgente que, si bien puede resultar insuficiente para los más desconfiados, supone el fin de un capítu...

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Algunas personas ya comenzaban a sospechar que al artista madrileño Malcolm Scarpa pocos ases debían quedarle ocultos en la manga tras aquel 33 1/3 microsillons con el que logró redondear, a base de puntillosos arreglos y un acabado artesanal de sus partituras, la fórmula que había ensayado largamente en sus trabajos previos, pero no aportar las novedades exigidas para evitar que alguien pudiera hablar de una probable crisis de creatividad. El músico ha solventado el problema con un cerrojazo urgente que, si bien puede resultar insuficiente para los más desconfiados, supone el fin de un capítulo firmado con su propio nombre y el punto de partida de un nuevo proyecto colectivo denominado Dinah Flow. El cambio ha significado, además, la ruptura de sus relaciones artísticas con el bajista Luis González (el batería Eduardo Ruano sigue a su lado) y con el sello valenciano Hall of fame. Así, el quinteto ha tenido que recurrir a la autoedición para poder publicar el anticipo promocional (en formato CD single) de un álbum que aún podría retrasarse a falta de una compañía que decida invertir en la banda. Esta nueva etapa en la trayectoria de Scarpa no significa, sin embargo, una ruptura tajante con su pasado. Su liderazgo resulta indiscutible y aunque sus piezas más añejas (Gonna pull a party o Little alarm clock) han adquirido nuevo brío con las aportaciones de Ferrari y, muy especialmente, con las brillantes y precisas pinceladas del teclista Antonio Serrano, los temas más recientes (Umbrellas o Excess of innocence) no consiguen escapar de esas referencias (el blues o el pop más clásico de los sesenta, vía The Kinks o The Beatles) que se han convertido, más que en una mera influencia, en una seña de identidad. La misma fórmula de costumbre, pero revisada y mejorada.

Dinah Flow Malcolm Scarpa (voz y guitarra), Juan L

Ferrari (guitarra), Dani Brito (bajo), Antonio Serrano (teclados) y Eduardo Ruano (batería). Sala Quatre. Valencia, 6 de junio de 1998.

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