"No queremos tocar para unos "boronos" daneses que no te entienden"

Maravilla es un sexteto, formado por dos bilbaínos, dos daneses, un brasileño y una japonesa, que mata el tiempo tocando rumbas y salsa en Copenhague, su ciudad de residencia. Cinco años después de su formación y cuando ha pasado uno desde la edición de su primer elepé, Sa.ka.la música (Inter Music), el conjunto afronta este fin de semana sus primeras actuaciones en la península. Hoy lo hacen en la sala Zona 16 de Getxo y mañana la cita es en el Palladium bilbaíno. El cantante Santiago Ibarretxe, hermano de los cineastas vascos del mismo apellido, es su interlocutor. Pregunta. ¿Por qué han ta...

Maravilla es un sexteto, formado por dos bilbaínos, dos daneses, un brasileño y una japonesa, que mata el tiempo tocando rumbas y salsa en Copenhague, su ciudad de residencia. Cinco años después de su formación y cuando ha pasado uno desde la edición de su primer elepé, Sa.ka.la música (Inter Music), el conjunto afronta este fin de semana sus primeras actuaciones en la península. Hoy lo hacen en la sala Zona 16 de Getxo y mañana la cita es en el Palladium bilbaíno. El cantante Santiago Ibarretxe, hermano de los cineastas vascos del mismo apellido, es su interlocutor. Pregunta. ¿Por qué han tardado tanto en recalar en Euskadi? Respuesta. La verdad es que no lo sé; es bastante incomprensible. De hecho, es la primera vez que tocamos en la península. Nuestra intención es abrirnos, salir de Dinamarca y tocar por Europa. Nos morimos si no salimos. Ese país ya nos ha dado todo lo que podía. Lo único que podríamos hacer es volver a tocar en todos los circuitos que hemos recorrido ya, tocando para unos boronos daneses que no te entienden ni aprecian lo que haces. ¿Para qué quieres hacer eso? Como decía no sé qué artista, un músico tiene que ir donde está su público; no tiene que esperar a que el público vaya a él. P. ¿Son famosos allí? R. La verdad es que no nos conoce mucha gente. Somos unos bichos raros. Únicamente somos famosos dentro del círculo de la música de salsa y de la música latina. P. ¿Cantar en castellano supone una traba? R. Sí, claro. Pero en realidad es una traba no poder tocar para la gente que nos entiende, no poder tocar aquí. La solución es irnos. Aspiramos a más porque hemos renovado la banda, tenemos un repertorio con composiciones propias y creemos en ellas. Son más pop que las del disco, no ya salsa ni rumba. P. ¿Han registrado muchos cambios en lo musical? R. Sí. Este grupo empezó como quien no quiere la cosa, tocando en fiestillas con un par de maracas y una guitarra, y luego ha ido creciendo de acuerdo a las exigencias del momento hasta acabar siendo un sexteto con todos los sacramentos. Hemos pasado un poquito de tocar música latina a tocar más pop, intentando encontrarnos a nosotros mismos. Estamos haciendo esto en Dinamarca porque había más trabajo tocando música estilo rumba, que a la gente de allí le gusta mucho, pero yo de pequeñito escuchaba a los Beatles y a los Doors. Soy músico de jazz. Para mí es más sincero tocar pop o jazz. Además, me gusta más. P. ¿Hasta dónde llega su relación con el cine? R. He hecho dos películas, ahí está nuestra relación. Del bolero Yo no sé qué está pasando, hay una versión casera en la película de mis hermanos Sólo se muere dos veces. También usamos unos temas del disco en una película de Juan Marín Ortuoste que se estrenará dentro de poco: Entre todas las mujeres. P. ¿Su parentesco es una baza que piensan explotar? R. Sí, por supuesto. Así igual nos prestan un poco más de atención. En esta vida hay que aprovechar todo, sobre todo cuando no se es muy conocido.