El "guru" japonés Ohmae prevé que la crisis golpeará Europa si China devalúa

La crisis asiática durará un mínimo de 10 años y golpeará a Estados Unidos y Europa antes de un año, cuando los bancos japoneses vendan sus bonos en dólares del Tesoro norteamericano y más aún cuando China y Hong Kong se vean obligados a devaluar sus monedas. Éstos fueron los principales pronósticos hechos ayer por Kenichi Ohmae, uno de los más célebres economistas japoneses.

Ohmae, autor de 70 libros y asesor de numerosos Gobiernos asiáticos, dio ayer una conferencia en Madrid invitado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), un foro de debate empresarial."EE UU y desp...

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La crisis asiática durará un mínimo de 10 años y golpeará a Estados Unidos y Europa antes de un año, cuando los bancos japoneses vendan sus bonos en dólares del Tesoro norteamericano y más aún cuando China y Hong Kong se vean obligados a devaluar sus monedas. Éstos fueron los principales pronósticos hechos ayer por Kenichi Ohmae, uno de los más célebres economistas japoneses.

Ohmae, autor de 70 libros y asesor de numerosos Gobiernos asiáticos, dio ayer una conferencia en Madrid invitado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), un foro de debate empresarial."EE UU y después Europa resultarán afectados" por la recesión asiática", afirmó este profesor invitado de la Universidad de Stanford, "cuando los bancos japoneses necesiten liquidez y vendan" parte de los bonos que poseen en dólares provocando grandes turbulencias en los mercados.

Norteamérica y el Viejo Continente también serán golpeados cuando China y Hong Kong devalúen, algo que se han resistido a hacer hasta ahora. Resultará inevitable cuando "la cotización del yen japonés alcance los 150 por dólar, una depreciación a la que Washington ya no se opone". Por ahora no rebasa los 139.

La mala racha que atraviesa Japón obedece, según Ohmae, a dos razones, la "ineficacia de la política económica y la falta de toma de conciencia, por el Ejecutivo, de la globalización", que hace, por ejemplo, que las empresas niponas echen sus cartas al correo en Hong Kong porque es más barato que en su país.

Para salir del atolladero, Ohmae preconiza que el Gobierno de Tokio "deje de apoyar financieramente" a la banca y al sector inmobiliario, los más afectados por la crisis. "Sobrevivirían sólo un 20% de las entidades financieras", pero el hueco que dejasen podría "ser suplido por la banca extranjera y dando licencias bancarias a compañías como Sony, Toshiba etcétera".

Si Tokio siguiese su recomendación, "se superaría la crisis en tan sólo uno o dos años" porque "los pilares de la economía japonesa son sólidos". El consumo, que representa el 57% del producto interior bruto, mantiene el pulso y, por ejemplo, "las ventas de vino tinto español o chileno alcanzan un nivel récord". Cree, sin embargo, que no le harán caso y "se tardará un mínimo de 10 años" en reanudar el crecimiento. "Hace falta una década hasta que los japoneses se den cuenta de que es necesaria una renovación política".

En el resto de Asia, el conferenciante prevé que la rapidez con la que se enderezarán las economías dependerá en buena medida del grado de apertura de cada país. "Indonesia o Corea del Sur tienen tendencias nacionalistas y proteccionistas -los surcoreanos viven el plan del FMI como una segunda ocupación- que, probablemente, retrasarán su salida del túnel". "No así Singapur, Malasia o Tailandia".

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