Los dos agredidos de Cánovas dicen que los 5 acusados les "torturaron"
Los cinco acusados de agredir brutalmente en enero de 1994 a dos jóvenes en las inmediaciones de la Plaza de Cánovas de Valencia "molieron a palos", "torturaron" y "golpearon con saña" a sus víctimas, según el relato de los hechos, tenso y emotivo, que éstas realizaron ayer, informa Europa Press. Sólo uno de los procesados, todos ellos simpatizantes de Acción Radical, una organización de ideología fascista y simbología ultra, cuando sucedieron los hechos, ha negado su participación en el ataque desde el inicio del juicio que se celebra en la Audiencia de Valencia. El fiscal solicita penas de ...
Los cinco acusados de agredir brutalmente en enero de 1994 a dos jóvenes en las inmediaciones de la Plaza de Cánovas de Valencia "molieron a palos", "torturaron" y "golpearon con saña" a sus víctimas, según el relato de los hechos, tenso y emotivo, que éstas realizaron ayer, informa Europa Press. Sólo uno de los procesados, todos ellos simpatizantes de Acción Radical, una organización de ideología fascista y simbología ultra, cuando sucedieron los hechos, ha negado su participación en el ataque desde el inicio del juicio que se celebra en la Audiencia de Valencia. El fiscal solicita penas de entre siete y cuatro años de prisión para los procesados, con pelo muy corto y ataviados con parte de la indumentaria propia de los grupos ultras - chaquetas bomber o botas militares- el día del ataque. Los testimonios continuaron ayer con la declaración de varios testigos. Uno de ellos, Guillermo A. P., señalado como afín a Acción Radical por los acusados, fue duramente recriminado por el presidente del tribunal: sus anteriores declaraciones en el juzgado, claras y rotundas, se convirtieron ayer en evasivas. Guillermo A. P. fue juzgado -y absuelto- por la agresión con arma blanca padecida por un joven en Benicàssim. La declaración de otro de los testigos, que acompañaba a los acusados cuando se produjo la agresión, será trasladada a los juzgados para su investigación después de que en su relato el afectado asegurara que un procesado, Ignacio A. L., le amenazó para que cambiara el sentido de su declaración.