El alcalde de Badalona impide aprobar un reglamento que cuenta con el apoyo de todos los grupos municipales

El Ayuntamiento de Badalona fue ayer escenario de un nuevo capítulo de la larga crisis por la que atraviesa el PSC de la ciudad. El alcalde socialista, Joan Blanch, a quien ni sus propios concejales apoyan, suspendió ayer el pleno municipal para impedir que se aprobara el reglamento de puestos de trabajo del Ayuntamiento. Este reglamento gozaba del consenso de todos los grupos municipales, incluido el del PSC, que gobierna en coalición con CiU, pero chocaba contra la oposición del alcalde. En el momento de votar si se aceptaba debatir el asunto por la vía de urgencia, Blanch levantó la sesión ...

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El Ayuntamiento de Badalona fue ayer escenario de un nuevo capítulo de la larga crisis por la que atraviesa el PSC de la ciudad. El alcalde socialista, Joan Blanch, a quien ni sus propios concejales apoyan, suspendió ayer el pleno municipal para impedir que se aprobara el reglamento de puestos de trabajo del Ayuntamiento. Este reglamento gozaba del consenso de todos los grupos municipales, incluido el del PSC, que gobierna en coalición con CiU, pero chocaba contra la oposición del alcalde. En el momento de votar si se aceptaba debatir el asunto por la vía de urgencia, Blanch levantó la sesión alegando "problemas de agenda inexcusables". Hace una década que este reglamento está pendiente de aprobación. Blanch tiene paralizada desde hace meses el debate sobre la normativa. Los trabajadores del consistorio, mientras tanto, amenazan con ir a la huelga esta misma semana. El portavoz del grupo municipal socialista, Eduard Tortajada, declaró ayer: "Es una pena que el alcalde haya roto la disciplina de grupo". Tortajada anunció que esta semana la dirección del PSC decidirá qué hacer ante la actitud de Blanch. Después de las elecciones primarias que el PSC celebró el 29 de noviembre en Badalona, de las que la concejal socialista Maite Arqué salió elegida candidata a las próximas municipales, Blanch superó la última prueba de fuego de su extraña situación actual. La mayoría del PSC badalonés y la dirección nacional del partido querían que Blanch dimitiera y diera inmediatamente el relevo a Arqué. El alcalde se negó rotundamente y el PSC se resignó a asumir la existencia de dos liderazgos en Badalona. La dirección socialista pretendía evitar así males mayores, como una posible moción de censura contra el alcalde que muchos concejales socialistas habrían estado dispuestos a apoyar. Tras el conflicto de ayer, la moción de censura vuelve a estar sobre la mesa. El grupo de IC-EV anunció que discutirá con los demás grupos sobre la conveniencia de recurrir contra dicha medida. Tortajada señaló ayer a este respecto que "nada está abierto, pero tampoco nada está cerrado". El primer secretario del PSC de Badalona, Jordi Serra, se mostró igualmente prudente: "No sé si estamos abocados a la moción de censura, pero ahora no es el momento de hablar de ello". Los nacionalistas, miembros del gobierno municipal, miran mientras tanto los toros desde la barrera. La oposición les acusa de impasibilidad ante los conflictos en el gobierno municipal. El teniente de alcalde Marcel Riera, de CiU, alega que su formación no quiere hacer de árbitro en los problemas internos del PSC y asegura que en el Ayuntamiento de Badalona no hay desgobierno. "De hecho, el pleno se suspendió cuando todos los asuntos importantes ya se habían aprobado", declaró ayer Riera. El líder del grupo del PP, Xavier García Albiol, propuso formar un gobierno de crisis "para llegar al final del mandato con una mínima estabilidad".

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