El mercado de la historia

La Feria de la Almoneda ofrece en el Campo de la Naciones los tesoros de los 193 comerciantes de objetos antiguos

Estamos en el moderno Parque Ferial Juan Carlos I. Al penetrar en el pabellón número 8 damos un paso atrás, hacia el pasado: nuestra máquina del tiempo hace una primera parada en el año 750 antes de Cristo. Con los ojos asombrados, nos topamos con un maravilloso sarcófago egipcio de madera estucada y pintada. El valor de esta magnífica obra, digna de figurar en un museo, está estimado en 15 millones de pesetas. Un almonedista la trajo desde Egipto, donde lo compró. Está a la venta por esa módica cantidad y se trata de la pieza más cara que se expone en la octava edición de la Feria de la Almon...

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Estamos en el moderno Parque Ferial Juan Carlos I. Al penetrar en el pabellón número 8 damos un paso atrás, hacia el pasado: nuestra máquina del tiempo hace una primera parada en el año 750 antes de Cristo. Con los ojos asombrados, nos topamos con un maravilloso sarcófago egipcio de madera estucada y pintada. El valor de esta magnífica obra, digna de figurar en un museo, está estimado en 15 millones de pesetas. Un almonedista la trajo desde Egipto, donde lo compró. Está a la venta por esa módica cantidad y se trata de la pieza más cara que se expone en la octava edición de la Feria de la Almoneda.Pero, ¿quién adquiere estos curiosos objetos? "La mayoría de los compradores son profesionales y vienen de toda España", contesta Carmen Ibarrola, directora comercial del Ifema, mientras comenta que la gran novedad de esta feria es una exposición de miniaturas, como casas de muñecas o maquetas de barcos.-

Pero esta feria es más que un encuentro comercial. "Sólo hace falta tener un poco de curiosidad y preguntar. Aquí se aprenden muchas cosas sobre la vida cotidiana que la gente llevaba antes", explica Manuel Noeda, presidente del comité organizador. "Todas las piezas tienen más de medio siglo", asegura mientras muestra un bastón indio, de la época de la colonización británica, que dentro lleva una caja de cigarillos y un mechero. Pero hay una excepción a la exigencia de 50 años de antigüedad: unos grabados, los únicos de la feria, firmados por Miró, Picasso y Dalí.

A unos cien metros, en el stand de Ricard, se ofrecen teléfonos de principios de siglo, máquinas de escribir, cámaras fotográficas del siglo pasado. "Todos los teléfonos funcionan", garantiza Ricard, que viaja por toda Europa para encontrar estas antigüedades de la electrónica.

VIII Feria de la Almoneda. Parque Ferial Juan Carlos I, pabellón 8, hasta el 31 de mayo. 800 pesetas. Servicio gratuito de autobuses desde las plazas de Colón y de Castilla.

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