El PP hará campañas distintas y por sectores para cada provincia vasca. El PP tiene ya cerrado su programa para las elecciones autonómicas vascas del próximo 25 de octubre
El PP dio el pistoletazo a su precampaña de las elecciones autonómicas vascas, fijadas para el 25 de octubre, con el mitin de Aznar en Vitoria en el que proclamó a Carlos Iturgaiz como su candidato a lehendakari. Los estrategas del PP han dividido este proceso temporalmente en tres asaltos, con estilos y objetivos distintos en cada provincia vasca, y con cientos de pequeños actos sectoriales, evitando los grandes mitines, para que su mensaje cale mejor. Los analistas del PP, tras cotejar encuestas propias y ajenas, están expectantes ante la caída electoral de Eusko Alkartasuna y Unidad Alavesa...
El PP dio el pistoletazo a su precampaña de las elecciones autonómicas vascas, fijadas para el 25 de octubre, con el mitin de Aznar en Vitoria en el que proclamó a Carlos Iturgaiz como su candidato a lehendakari. Los estrategas del PP han dividido este proceso temporalmente en tres asaltos, con estilos y objetivos distintos en cada provincia vasca, y con cientos de pequeños actos sectoriales, evitando los grandes mitines, para que su mensaje cale mejor. Los analistas del PP, tras cotejar encuestas propias y ajenas, están expectantes ante la caída electoral de Eusko Alkartasuna y Unidad Alavesa para especular sobre sus posibillidades. El pasado 9 de mayo, con el mitin de Vitoria y con casi seis meses de antelación a la fecha de las elecciones, el PP se puso en campaña en Euskadi. El perfil de esta operación política está dibujado al detalle por parte del comité de estrategia electoral montado por la dirección nacional del partido. Ese comité se ha reunido varias veces en las últimas semanas en la sede central de Génova 13 para pulir los últimos detalles. Mientras, el candidato ha comenzado a cumplir con sus compromisos. Semanalmente protagonizará un acto sectorial en cada una de las provincias y a diario multiplica su presencia. Ministros y dirigentes nacionales serán incluidos habitualmente en esa agenda de trabajo, tanto para actividades internas como para explicar las medidas más relevantes adoptadas por el Gobierno. El PP ha programado, en realidad, tres campañas distintas a ejecutarse en tres fases. Cada una con un coordinador especializado por cada provincia. La dirección del partido quiere particularizar los mensajes y los proyectos a ofrecer según la zona geográfica de cada localidad y el sector. "Tenemos claro que en Euskadi no tiene nada que ver lo que se le puede decir a alguien en un pueblo de Guipúzcoa con lo que se debe prometer a una persona del sur de Álava", razonan en el PP. Habrá un tipo de actividad política hasta el verano, otro hasta mediados de septiembre y una final, más clásica y de contenido claramente preelectoral, coincidiendo con la campaña oficial. Los especialistas del PP han huído de los grandes y medios auditorios. Habrá pocos mitines en la precampaña del PP. "El proyecto que tenemos que ofrecer, con ideas propias, precisas y concretas para cada problema, no tendría sentido explicarlo ante un gran aforo sino en un grupo de expertos o de personas interesadas en esa cuestión", dice un responsable del comité electoral. Desde la dirección nacional del PP se asume que éste, el de la cercanía y los pequeños auditorios, es el mejor criterio para afrontar la campaña y se niegan a asumir que ese estilo se haya impuesto ante el temor a atentados terroristas. Aseguran que ese factor no ha tenido nada que ver.El programa electoral del PP ya está cerrado. Las listas autonómicas, prácticamente, también. En ninguno de esos dos procesos se presumen complicaciones ni grandes novedades. Los cabezas de las candidaturas por cada provincia son conocidos, Carlos Iturgaiz en Vizcaya, Ricardo Hueso en Guipúzcoa y Ramón Rabanera en Álava, y el resto de los puestos se llenarán con criterios de continuidad. La dirección del PP esperará unas semanas para cerrar la contratación de una nueva encuesta propia sobre el escenario político vasco. Ya dispuso de otra el pasado mes de diciembre y ha trabajado también sobre las ofrecidas en los últimos tiempos por los medios de comunicación privados y por el Gobierno vasco. Los estrategas del PP ven el panorama con optimismo y expectación. Sus sondeos reflejan cierta estabilidad del voto en sus principales competidores en esas elecciones, el Partido Nacionalista Vasco y el PSE, y luego caídas y subidas desconcertantes en las filas de EA, UA y HB. "Nuestros expertos concluyen que el voto del PNV no cae y que nuestras posibilidades tienen una relación muy directa con cuál pueda ser al final el descenso de EA y UA", indica un responsable del PP. El PP, en cualquier caso, asume que es difícil que su papel vaya a cambiar mucho tras las elecciones. Aguardan que las tres formaciones del tripartito actual se volverán a poner de acuerdo y que ellos estarán de nuevo en la oposición, eso sí con más fuerza. A la derecha En la encuesta del CIS presentada recientemente por el Gobierno sobre la situación del País Vasco se incluyeron unas casillas sobre definición nacionalista e ideológica de los partidos en competición que colocaban al PP más a la derecha incluso que UA. En una puntuación de 1 a 10, la mayoría se ubicaba entre el 5 y el 6 tanto en nacionalismo como en preferencias hacia el centro derecha. El PP obtenía 8,1 y UA 7,6. El líder de los populares, Carlos Iturgaiz, era el octavo en valoración de los 11 políticos examinados aunque resultó el cuarto en el grado de conocimiento. El PP es uno de los partidos que más ha empeorado su imagen en estos años y uno de los que menos se recomendaría para el voto.