EL "CASO BANESTO"

"Liaño y Jiménez me hicieron una faena"

Con su habitual pedagogía para alumnos de escuelas de negocios, el ex vicepresidente y ex consejero delegado de la Corporación, Arturo Romaní, explicó que la llamada Operación Isolux, en la que el grupo Euman-Valyser ganó 3.800 millones de pesetas, operación de presunta estafa, se remató en enero de 1993 como resultado de una "faena" que le hicieron sus amigos el abogado Mariano Gómez de Liaño y el empresario Eugenio Martínez Jiménez.Gómez de Liaño le fue a ver, dijo Romaní, y le preguntó por el plan de desinversión de la Corporación, que poseía un 51% de Isolux. "Le dije que no se preocupara"...

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Con su habitual pedagogía para alumnos de escuelas de negocios, el ex vicepresidente y ex consejero delegado de la Corporación, Arturo Romaní, explicó que la llamada Operación Isolux, en la que el grupo Euman-Valyser ganó 3.800 millones de pesetas, operación de presunta estafa, se remató en enero de 1993 como resultado de una "faena" que le hicieron sus amigos el abogado Mariano Gómez de Liaño y el empresario Eugenio Martínez Jiménez.Gómez de Liaño le fue a ver, dijo Romaní, y le preguntó por el plan de desinversión de la Corporación, que poseía un 51% de Isolux. "Le dije que no se preocupara". Pero, siguió Romaní, él fue a ver a Eugenio Martínez Jiménez y decidieron vender su 30% a Metallgesellschaft. "Tenían miedo de que les dejáramos colgados y nos hicieron una faena", explicó.

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Según Romaní, cuando le pidió explicaciones a Gómez de Liaño fue éste quien, a su vez, le dijo: "No te preocupes". Porque se había incluido una cláusula en el pacto con Metallgesellschaft para que la Corporación pudiera, si lo deseaba, recomprar el 30% y al mismo precio.

El fiscal Javier Sánchez Junco preguntó a Romaní por un informe interno de Banesto en el que se ponía de relieve, en mayo de 1993, la crítica situación de Isolux. Romaní dijo desconocer dicho informe. Sus compañeros acusados le secundaron con murmullos de apoyo moral a Romaní. El fiscal dijo que sólo preguntaba a Romaní, no a los demás. El presidente, Siro García, llamó al orden al fiscal. Éste, entonces, pidió que se leyera el informe. Pero no fue hallado. Se leerá hoy.

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