ETA ordena a sus presos que en la cárcel sigan siendo militantes

"También en la cárcel seguiremos siendo militantes, pues el objetivo de nuestra lucha no se termina con nuestro encarcelamiento, pues nuestro objetivo es lograr una Euskal Herria unida y socialista". Así se afirma en el manual de ETA Lemen Urratsar, dirigido al adoctrinamiento de los militantes legales (no fichados), recientemente interceptado por la policía. La dirección de ETA alecciona a los activistas ante una posible detención y encarcelamiento."Entrar en contacto con otros militantes que se encuentren en prisión y prepararse para una nueva fase en la militancia; aprender de los compañero...

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"También en la cárcel seguiremos siendo militantes, pues el objetivo de nuestra lucha no se termina con nuestro encarcelamiento, pues nuestro objetivo es lograr una Euskal Herria unida y socialista". Así se afirma en el manual de ETA Lemen Urratsar, dirigido al adoctrinamiento de los militantes legales (no fichados), recientemente interceptado por la policía. La dirección de ETA alecciona a los activistas ante una posible detención y encarcelamiento."Entrar en contacto con otros militantes que se encuentren en prisión y prepararse para una nueva fase en la militancia; aprender de los compañeros, conocer la situación e integrarse en la dinámica del colectivo" [de presos], ordena ETA, que pretende seguir controlando así el conjunto de la organización y evitar deserciones o arrepentimientos.

"En la cárcel nos hallamos en manos del enemigo; por lo tanto tened cuidado con lo que se habla, fundamentalmente en los locutorios, ya que éstos tienen sistemas de grabación", se afirma en el cuadernillo de instrucciones de la dirección terrorista. ETA señala que cuando uno de los suyos sea detenido "no debe esconder sus debilidades y/o intentar buscar justificaciones", sino que debe ponerse inmediatamente al servicio de la Organización y hacer una autocrítica escrita en la que relate "absolutamente todo": analizará quién y cómo pudo propiciar su captura por la policía; "lo que sabe o ha podido saber la txakurrada [la policía]" a través de los interrogatorios a que fue sometido el detenido y cualquier otro detalle que considere útil para la banda terrorista.

ETA exige también a sus activistas que, aun estando detenidos, intenten hacer una minuciosa descripción de los agentes que han intervenido en su captura y su forma de funcionamiento. "Todo lo que se pueda", agrega el manual, "para que el relato de vuestra caída sirva de enseñanza para los demás militantes".

La consideración que la banda etarra hace del sistema judicial y de sus garantías no puede ser más negativa: "Tenemos que tener claro que la enemistad del juez es total, de ninguna manera debemos tomarle como amigo". "Tener presente que lo dicho ante el juez es determinante", advierten los jefes terroristas. Por esta razón, aconsejan a los comandos que al llegar ante los jueces se limiten a relatar "las coartadas preparadas de antemano", algo que ellos definen "como historias inventadas que, bajo torturas, daremos al enemigo como respuestas lógicas y que al mismo tiempo protegerán la realidad". En otro momento, el manual advierte que, antes de caer presos, los miembros legales deben correr ciertos riesgos. "Sin riesgo no se puede luchar", advierte ETA a los comandos legales, cuya duración dice que "depende de que midan lo mejor posible esos riesgos".

"Sobre todo al principio, debemos tener muy en cuenta los riesgos que puede tener cada movimiento o acción [atentado] que hagamos". "No hay posibilidad de cometer muchos errores, ya que lo pagaremos muy caro si el enemigo se percata".

Quizá como una premonición de lo recientemente ocurrido en la sede de HB en Vitoria, la organización terrorista advierte a sus activistas que "el teléfono es el sistema más simple y sencillo que tiene el enemigo para controlarnos. Por lo tanto ¡cuidado! ¡si es posible no utilizarlo! Funcionaremos poniendo citas entre nosotros". ETA también advierte a sus militantes de que no tengan "agendas o similares con los nombres de los compañeros".

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Movimientos

"El día que los txakurrak [perros] nos identifiquen vendrán a detenernos, pero esto no siempre es así y pueden intentar seguir el hilo para llegar a la Organización a través nuestro. Pueden limitarse a seguir nuestros movimientos" para localizar a otros militantes más destacados.Si un activista legal es descubierto por la policía, ETA aconseja que éste evite caer en manos de las fuerzas de seguridad. "Debemos acudir a casa de un amigo y permanecer allí quietos, lo más tranquilos que podamos, escapando del primer zarpazo".

"En el momento de pasar nota a la Organización aprovecharemos para avisar de las cosas que pueden estar en peligro", advierte ETA. Tras eso, la Organización preparará "un lugar seguro al otro lado de la muga [frontera] ya que el Estado francés nos odia tanto como el del Sur" [España].

A partir de ese momento, ETA deja claro que tales activistas pasarían a vivir en la clandestinidad, cortar relaciones con la familia y los amigos, conocer la vida clandestina y el mundo de los ilegales [fugitivos].

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