¿Dónde está el Ejército?
Mientras los manifestantes rompían e incendiaban lo que encontraban a su paso por Yakarta, muchos habitantes de la ciudad se hacían la misma pregunta: ¿Dónde está el poderoso Ejército del país?Las tropas pudieron ser vistas impasibles mientras se producían saqueos en los barrios comerciales, con robos e incendios en tiendas, bancos y supermercados pese a los esfuerzos de la policía.
Ayer, el ministro de Defensa, el general Wiranto, anunció que unos 15.000 hombres se iban a desplegar por las calles, pero ya para entonces decenas de miles de personas habían llegado a la capital desde la p...
Mientras los manifestantes rompían e incendiaban lo que encontraban a su paso por Yakarta, muchos habitantes de la ciudad se hacían la misma pregunta: ¿Dónde está el poderoso Ejército del país?Las tropas pudieron ser vistas impasibles mientras se producían saqueos en los barrios comerciales, con robos e incendios en tiendas, bancos y supermercados pese a los esfuerzos de la policía.
Ayer, el ministro de Defensa, el general Wiranto, anunció que unos 15.000 hombres se iban a desplegar por las calles, pero ya para entonces decenas de miles de personas habían llegado a la capital desde la periferia para realizar pillaje, especialmente en el devastado barrio chino.
Mientras más de una docena de carros de combate se encontraban en los alrededores del Ministerio de Defensa y cientos de soldados rodeaban el palacio presidencial, no había rastro de las fuerzas de seguridad en la zona donde los comerciantes de origen chino tienen sus negocios.
El general Wiranto aseguró que no hay planes para establecer el toque de queda y que sus hombres se estaban enfrentando a los manifestantes de una manera diferente a la que ha empleado la policía contra los estudiantes de la Universida de Yakarta durante tres meses.
Sin embargo, muchos testigos aseguran que los militares no están interviniendo e incluso avanzan que el Ejército apoya las reivindicaciones estudiantiles mientras que la policía respalda al presidente Suharto. Hay zonas en las que incluso se vive un ambiente festivo, donde los jóvenes hablan y bromean con los soldados.
El mismo Suharto dijo ayer que no pensaba «recurrir a la fuerza» para mantenerse en el poder. El líder de Timor Oriental y premio Nobel de la Paz, José Ramos Horta, cree que ni siquiera tendrá arrestos para enfrentarse a la crisis. «Tiene casi 80 años y ya no tiene fuerza para resistir», declaró el representante del territorio anexionado por Indonesia hace dos décadas y cuyo conflicto ha causado 200.000 muertos.