Aznar exhibe el éxito del euro frente al déficit oculto denunciado por Borrell

Anguita recoge el guante y apuesta por unir a la izquierda para desalojar del Gobierno al PP - Los nacionalistas ratifican su armonía con el Ejecutivo y reclaman parte del mérito de la bonanza económica - Un grupo de parlamentarios del PP abucheó al dirigente del PSOE durante toda su intervención

El duelo entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el candidato socialista, José Borrell, en el debate sobre el estado de la nación desembocó en un agrio cruce de preguntas sin respuesta sobre las cuentas de la Seguridad Social. Borrell denunció una política del Ejecutivo encaminada a minar las bases del Estado de bienestar y, utilizando documentos oficiales, aseguró que se ha producido un agujero de 775.000 millones en los ingresos de la Seguridad Social en 1997. Borrell propuso un pacto de izquierdas para lograr el poder y atacó los logros económicos en los que Aznar basó su inte...

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El duelo entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el candidato socialista, José Borrell, en el debate sobre el estado de la nación desembocó en un agrio cruce de preguntas sin respuesta sobre las cuentas de la Seguridad Social. Borrell denunció una política del Ejecutivo encaminada a minar las bases del Estado de bienestar y, utilizando documentos oficiales, aseguró que se ha producido un agujero de 775.000 millones en los ingresos de la Seguridad Social en 1997. Borrell propuso un pacto de izquierdas para lograr el poder y atacó los logros económicos en los que Aznar basó su intervención. El presidente acusó al candidato de "catastrofismo" y de acudir al debate sin "fundamentos", sin otro discurso que el de crear "pesimismo en la ciudadanía".

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La expectación que el debate había despertado ?la más alta de los últimos años? no tuvo traducción en las intervenciones del presidente y el candidato. Aznar hizo por la mañana un discurso largo y monótono para justificar su gestión por los logros económicos y la incorporación de España a la moneda única. Hizo un repaso, ministerio a ministerio, de la acción del Gobierno, para concluir ofreciendo 19 propuestas ?casi todas ellas ya conocidas? de desarrollo legislativo y ocho ofertas de consenso: diálogo social, reforma educativa, reglamento, del Congreso, modernización de la justicia, control del Cesid, pacto local, profesionalización de las Fuerzas Armadas y Unión Europea. La respuesta de Borrell supuso una crítica desde la izquierda a los logros económicos esgrimidos por Aznar, al que acusó de estar desmontando ?pieza a pieza? el Estado de bienestar con su política fiscal, con las privatizaciones y con la gestión de la Seguridad Social. En medio de un ruidoso bullicio organizado desde los bancos del Partido Popular ?que obligó a Federico Trillo a llamar repetidas veces al orden?, Borrell dedicó buena parte de su tiempo a denunciar un agujero de la Seguridad Social, que quedó sin respuesta del presidente. Sólo en materia antiterrorista acercó Borrell su postura a la del Gobierno, mientras tendía la mano a IU para desalojar a la derecha del poder. Julio Anguita recogió el guante y ofreció a los socialistas 11 puntos para negociar acuerdos contra el PP.

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