Escámez se careará con Amusátegui y Alavedra por el "caso Estevill"

El ex presidente del Banco Central Alfonso Escámez declaró ayer durante más de cuatro horas y media ante el Tribunal Superior de Cataluña que investiga el caso Estevill. Escámez aseguró que no pagó, ni autorizó pagos, al ex juez, pero su versión de su relación con Estevill entra en diferentes contradicciones con la de otros testigos e imputados en el caso, por lo que el instructor, Antoni Bruguera, ha ordenado que se celebren seis careos diferentes con Escámez.

Alfonso Escámez, que declaró en condición de imputado en el caso, deberá enfrentar su versión de los hechos con Eduardo Santos,...

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El ex presidente del Banco Central Alfonso Escámez declaró ayer durante más de cuatro horas y media ante el Tribunal Superior de Cataluña que investiga el caso Estevill. Escámez aseguró que no pagó, ni autorizó pagos, al ex juez, pero su versión de su relación con Estevill entra en diferentes contradicciones con la de otros testigos e imputados en el caso, por lo que el instructor, Antoni Bruguera, ha ordenado que se celebren seis careos diferentes con Escámez.

Alfonso Escámez, que declaró en condición de imputado en el caso, deberá enfrentar su versión de los hechos con Eduardo Santos, ex presidente de Macosa; José María Amusátegui, sucesor del propio Escámez en la presidencia del BCH; Carlos Pérez de Bricio, testigo del caso Macosa y hombre del grupo industrial del BCH; Juan Vives (padre), secretario de Luis Magaña en Fecsa; Antonio Piñol, secretario particular del penalista Juan Piqué Vidal y, finalmente, con Macià Alavedra, ex consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat.La extensa declaración de Escámez, que ya había comparecido ante el juez anteriormente como testigo, aportó algunas novedades relevantes respecto a las anteriores. Alfonso Escámez ofreció una nueva versión del encuentro que mantuvo con Estevill en el hotel Ritz, de Barcelona, la noche anterior a su declaración como testigo ante Estevill, cuando éste instruía el caso Macosa. En un principio, Escámez negó esta reunión. En otra declaración, la refirió como un encuentro casual. Ahora, Escámez mantiene que llegó al hotel Ritz en la tarde del 14 de diciembre de 1992, se cambió en su habitación y cuando bajó para cenar con Luis Magaña, su hombre de confianza, y con el consejero Macià Alavedra, éstos le esperaban con Pascual Estevill. Escámez recuerda una conversación que se prolongó en la mesa por "un cuarto o media hora, en la que no se habló para nada de Macosa".

Preocupado por su fama

Otros testigos, como Carlos Pérez de Bricio, aseguran por el contrario que la reunión se convocó "exprofeso para conversar acerca de la declaración de Escámez en el juzgado de Estevill". De Bricio aludió también a la especial psicología de Escámez en el sentido de propiciar el encuentro con el entonces juez Estevill.Escámez criticó ayer duramente al abogado Juan Vives, quien asegura que Magaña y el propio Escámez acordaron pagar 25 millones a Estevill y que cree que así lo hicieron. Los ejecutivos de Macosa, como Eduardo Santos, han declarado conocer las exigencias de Estevill al Banco Central. Por lo que respecta a Antonio Piñol, secretario de Piqué Vidal, asegura haber contactado a Escámez con Piqué para resolver el caso Macosa. Escámez también reconoció ayer por primera vez que conocía la reputación de Estevill como juez propenso a decretar órdenes de prisión y que fue Luis Blázquez, ejecutivo del Central en la época y actual consejero de Economía en la Comunidad de Madrid, quien le advirtió sobre el ex juez. Escámez abandonó el juzgado reiterando que "no pagó nada en absoluto, ni una peseta".

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