Rectores de siete universidades públicas forman un grupo de presión

Ser la única universidad pública de una comunidad autónoma tiene sus ventajas -"no hay que pelear con otros por la subvención a la enseñanza superior"- y sus desventajas - "estás solo ante la Administración autónoma"-,explicó ayer un rector en Leioa. Siete de las 10 universidades españolas que comparten esta peculiaridad, entre ellas la vasca, se han aliado para formar un grupo de presión. Entre sus objetivos destacan hacer frente común en problemas específicos y ahorrar dinero.

El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Pello Salaburu, y sus homólogos de las universidades de Can...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ser la única universidad pública de una comunidad autónoma tiene sus ventajas -"no hay que pelear con otros por la subvención a la enseñanza superior"- y sus desventajas - "estás solo ante la Administración autónoma"-,explicó ayer un rector en Leioa. Siete de las 10 universidades españolas que comparten esta peculiaridad, entre ellas la vasca, se han aliado para formar un grupo de presión. Entre sus objetivos destacan hacer frente común en problemas específicos y ahorrar dinero.

El rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Pello Salaburu, y sus homólogos de las universidades de Cantabria, Islas Baleares, La Rioja, la pública de Navarra y Zaragoza explicaron en el campus de Leioa lo logrado en el año transcurrido desde que suscribieron el convenio de colaboración y sus aspiraciones para el futuro. El rector de la de Oviedo fue el único firmante ausente en la conferencia de prensa. El logro más destacable de esta alianza es que los casi 200.000 alumnos de estos siete centros pueden obtener créditos por las asignaturas de libre elección en cualquiera de ellas. El intercambio de profesorado es otro de los resultados palpables del acuerdo. Aunque este grupo de universidades haya tomado su nombre, G-7, del que integran los siete países más ricos del mundo, todos sus miembros dejaron claro querrían tener presupuestos más abultados. Mientras sus respectivos gobiernos autonomicos no atiendan sus demandas de dinero, han decidido compartir gastos. Entre los ejemplos que pusieron está comprar juntos el material informático para sus respectivas bibliotecas: al ser mayor el encargo, saldrá más barato; además, los ordenadores serán compatibles con el de las otras seis instituciones. Ejercer un frente común en sus relaciones con el Gobierno central es otro de los objetivos del G-7 universitario. "Queremos tener voz como grupo consolidado", afirmó Salaburu. La víspera se reunieron con varios altos cargos del Ministerio de Educación para discutir sobre la inminente reforma de los nuevos planes de estudio. Las siete universidades son "muy heterogéneas". La UPV y la de La Rioja representan los dos polos. La primera tiene 64.000 estudiantes y un presupuesto superior a los 33.000 millones; la segunda, 6.000 alumnos y dispone de 4.000 millones. Estas siete universidades pretenden aprovechar el futuro descenso de estudiantes, a consecuencia del acelerado descenso de la natalidad española, para "apostar por la calidad", en palabras de un rector.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En