PRIMARIAS SOCIALISTAS

Borrell se postula como candidato para ilusionar y convencer a los que se alejaron del PSOE

"Sé que esta tarde, aquí, en Sevilla, como los grandes toreros, me la juego", dijo a modo de confesión. Y, a continuación, José Borrell hizo un paseíllo original: cedió durante varios minutos la palabra y el atril a una chica y a un joven, como simbólicos representantes de los dos sectores más marginados del poder. Borrell se postuló ante los asistentes al mitin de su cierre de campaña como un candidato capaz de ilusionar y convencer a los ciudadanos que se han alejado del PSOE. Recordó a los militantes que hoy deben escoger "el mejor candidato que se puede ofrecer" a la sociedad.

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"Sé que esta tarde, aquí, en Sevilla, como los grandes toreros, me la juego", dijo a modo de confesión. Y, a continuación, José Borrell hizo un paseíllo original: cedió durante varios minutos la palabra y el atril a una chica y a un joven, como simbólicos representantes de los dos sectores más marginados del poder. Borrell se postuló ante los asistentes al mitin de su cierre de campaña como un candidato capaz de ilusionar y convencer a los ciudadanos que se han alejado del PSOE. Recordó a los militantes que hoy deben escoger "el mejor candidato que se puede ofrecer" a la sociedad.

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En el Palacio de Congresos sevillano, ante unas 1.300 personas que llenaban las gradas y algunos pasillos, y le vitorearon en repetidas ocasiones al grito de "¡presidente, presidente!", el candidato José Borrell reconoció directamente que no se puede representar al socialismo democrático en España si no se cuenta con sólidos apoyos en Andalucía. Él eligió la capital andaluza como escenario del cierre de su campaña (donde también presentó su candidatura), en un intento de raspar algún apoyo en una comunidad que se considera un feudo de Almunia. A modo de broche repitió sus objetivos al presentarse como candidato: "Me importa mucho ganar estas primarias y espero no ganarlas a título póstumo después de haber puesto todo mi esfuerzo en ello, pero me importa más que el PSOE gane las próximas elecciones generales y para ello los militantes deben interpretar a la sociedad. No me importa que se pueda pensar que con eso hago un favor a Almunia; si es así, aquí paz y después gloria".

En esta campaña, Borrell ha recorrido todas las provincias andaluzas, sin que en ninguna de ellas haya ejercido como anfitrión el secretario regional del PSOE, Manuel Chaves. Este optó ayer por el gesto de recibirle, y conversar durante 20 minutos, en la sede del partido. Chaves, tras su encuentro con Borrell, subrayó que tanto éste como Almunia "pueden sacar a Aznar bastantes cuerpos de ventaja". Chaves aseguró que Borrell había entendido perfectamente que no asistiera a su mitin de cierre de campaña en Sevilla, pues quería acudir en Madrid al que ofreció Almunia, a quien apoya abiertamente.

"El segundo mejor"

Tras haber intervenido en un mitin en Cádiz y antes de asistir a una cena en Huelva, Borrell se presentó ante los socialistas sevillanos como un candidato a presidente de Gobierno capaz de convencer y, a la vez, de ilusionar. "El mejor candidato sería sin duda Felipe González", matizó. "Pero si él no quiere tendremos que buscar al segundo mejor. Un candidato que vosotros debéis buscar y que debe coincidir con aquél que vuestro entorno social de centro-Izquierda e izquierda os indique que sería el que más apoyos obtendría en las elecciones legislativas". El ex ministro de Obras Públicas rectificó, como ha hecho días atrás, que él se considere el mejor, como dijo también de sí mismo Almunia, porque estas primarias no se deben parecer a un concurso de detergentes, donde la publicidad de cada uno dice que es el mejor. "Pero tampoco es", ironizó, "como bien dice Chaves, un concurso de belleza. Aunque no sé muy bien por qué lo dice". Y el público le aplaudió.

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Borrell pidió expresamente la confianza de los socialistas que le escuchaban tras defender que sería muy bueno que "un catalán que se siente español llegue a gobernar España". "Porque", argumentó, "desde joven ha aprendido a respetar la diversidad, lo que ha combinado de mayor con el afán de conseguir mayores cotas de igualdad entre los ciudadanos".

El diputado socialista, que estuvo acompañado por su compañero Luis Yáñez y fue presentado por la mujer de éste, Carmen Hermosín -líder del PSOE sevillaño-, afirmó que le encanta la ilusión que han generado sus intervenciones sin que ello le convierta en "un ilusionista", como alguien podría interpretar malévolamente. "Yo tengo los pies en el suelo y la cabeza en el cielo", sentenció. Desde la primera fila le escuchaban también el ex presidente andaluz José Rodríguez de la Borbolla y el ex alcalde de Sevilla Manuel del Valle Arévalo.

Interesado en no abrir ninguna herida en los últimos minutos de campaña electoral, aseguró que la votación de hoy en modo alguno debilitará la unidad y, por el contrario, está decidido a ayudar a que todos los socialistas salgan más unidos, más amigos y con más fuerza para derrotar al Partido Popular.

En esa línea quiso dejar claro que su candidatura no entraña un proyecto personalista, sino un proyecto colectivo, que será el que marque el PSOE con su programa. Para dar más fuerza a esa actitud, Borrell dio la palabra a varios militantes, algunos jóvenes y desconocidos, y otros con cargos municipales representativos, como el alcalde de Lebrija. Fue su forma de escenificar la "fiesta a la democracia" que, dijo, representan estas primarias del PSOE. El alcalde de Lebrija, en una intervención casi emocionada, defendió el apoyo a un ex ministro que supo defender la solidaridad entre las regiones al trasvasar agua de la España húmeda a la España seca.

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