Condena de dos años para el policía local que mató a un joven

Luis Javier Díez Aparicio, el policía municipal que mató de un disparo en la avenida de América a un joven que huía con un coche robado, ha sido condenado por la Audiencia de Madrid a dos años de cárcel. El tribunal considera que el agente cometió un delito de homicidio, pero le impone sólo dos años de prisión al entender que actuó en "Iegítima defensa".Salvo que tenga antecedentes penales, el agente no tendrá que ingresar en prisión, aunque la decisión final corresponderá a la Audiencia. El juicio se celebró la pasada semana. El Fiscal pidió una condena de 12 años de cárcel para el agente por...

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Luis Javier Díez Aparicio, el policía municipal que mató de un disparo en la avenida de América a un joven que huía con un coche robado, ha sido condenado por la Audiencia de Madrid a dos años de cárcel. El tribunal considera que el agente cometió un delito de homicidio, pero le impone sólo dos años de prisión al entender que actuó en "Iegítima defensa".Salvo que tenga antecedentes penales, el agente no tendrá que ingresar en prisión, aunque la decisión final corresponderá a la Audiencia. El juicio se celebró la pasada semana. El Fiscal pidió una condena de 12 años de cárcel para el agente por homicidio, dos menos de los que reclamó el abogado de la familia.

El tribunal declara probado en la sentencia que, sobre las 8.30 del 17 de octubre de 1995, Díez Aparicio estaba de servicio en la M-30 en un coche patrulla junto con un compañero. Y que, en un momento dado, dio el alto al conductor de un vehículo que entraba en la citada ronda a gran velocidad y haciendo extrañas maniobras. El vehículo era robado y al volante Iba Pablo Vicho, la víctima, a quien le constaban numerosos antecedentes penales. El conductor del vehículo no sólo no detuvo la marcha, sino que aceleró. El agente municipal, según la sentencia, tuvo que esquivarle para que no le atropellase, señala la sentencia.

Persecución

Díez Aparicio se subió entonces al coche patrulla, junto con su compañero, y ambos comenzaron a perseguirle. La persecución terminó en la avenida de América, donde Pablo Vicho tuvo que detener el coche al quedar encajonado en un embotellamiento de tráfico. Era hora punta y había muchos vehículos en la zona.Los dos agentes, uno por cada lado, se dirigieron hacia el vehículo. El fallecido se quedó dentro del coche, sin moverse. El agente acusado y su compañero, "que llevaban el arma en posición preventiva, abordaron a la víctima e intentaron abrir la puerta del vehículo". En ese momento, según la sentencia, la víctima se agachó dentro del vehículo. Díez Aparicio fue alertado por su compañero de la posibilidad de que cogiera un arma. El compañero gritó: "Cuidado, que puede llevar un arma". Díez Aparicio disparó entonces su pistola reglamentaria, "en la creencia errónea de que [la víctima] iba a hacer uso de arma de fuego contra él", explica el tribunal. Pablo Vicho murió en el acto del disparo que impactó bajo su ojo izquierdo. Posteriormente fue inspeccionado el suelo del vehículo de la víctima y sólo se halló una navaja de 10 centímetros de hoja. Pero no había ninguna pistola.

El tribunal subraya que los padres de la víctima han renunciado a la indemnización que les correspondía al haber sido resarcidos ya por la compañía aseguradora del Ayuntamiento de Madrid. La familia ha recibido cinco millones de pesetas. El despacho de abogados que ha representado a la familia de la víctima recurrirá la sentencia.

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