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El desafío de un muchacho que vendía periódicos

La firma de la paz en el Ulster sería un triunfo personal especialmente para un hombre: John Hume, líder del moderado Partido Socialdemócrata y Laborista (PSDL) norirlandés, cuyo padre le recomendó de pequeño no meterse en política. No le hizo caso. A Hume, de 61 años, se le reconoce el mérito de que las negociaciones de paz tuviesen un arranque fulgurante, gracias a una reunión secreta que mantuvo con Gerry Adams, el jefe del Sinn Fein, brazo político del IRA. De ahí salió el esbozo del plan que busca resolver para siempre el conflicto norirlandés.Los pasos siguientes se encadenaron como fich...

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La firma de la paz en el Ulster sería un triunfo personal especialmente para un hombre: John Hume, líder del moderado Partido Socialdemócrata y Laborista (PSDL) norirlandés, cuyo padre le recomendó de pequeño no meterse en política. No le hizo caso. A Hume, de 61 años, se le reconoce el mérito de que las negociaciones de paz tuviesen un arranque fulgurante, gracias a una reunión secreta que mantuvo con Gerry Adams, el jefe del Sinn Fein, brazo político del IRA. De ahí salió el esbozo del plan que busca resolver para siempre el conflicto norirlandés.Los pasos siguientes se encadenaron como fichas de dominó. Los Gobiernos de Dublín y Londres declararon conjuntamente en diciembre de 1993 que el Reino Unido no se opondría a una reunificación irlandesa siempre y cuando la mayoría del Ulster estuviera de acuerdo. Acto seguido, el IRA anunció un alto el fuego a partir de agosto de 1994. Hume también contribuyó a consolidar la tregua de los terroristas en julio de 1997.

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La renuncia más dolorosa, quizá, vino en septiembre del año pasado, cuando Hume dejó a un lado sus ambiciones personales y renunció a presentarse a la presidencia de Irlanda para poder concentrarse en las negociaciones de paz.

Todo ello, más una candidatura al Premio Nobel de la Paz en 1994, gracias a que desobedeció los bienintencionados consejos de su padre, amargado tras pasar la mayor parte de su vida laboral en el paro: "No te metas en política; son todos unos sectarios".

Hambre y banderas

Hume padre, con necesidades bastante más prosaicas, como llegar a final de mes (a lo que Hume hijo contribuía vendiendo periódicos) tenía auténtica aversión a los nacionalismos. Señalando con un dedo a las banderas en una manifestación católica proirlandesa en el Ulster, Hume le dijo a su hijo: "Muchacho, recuerda que las banderas no se pueden comer".Hume hijo no se comió ninguna bandera, pero hizo de la irlandesa el símbolo de su esperanza de reunificar las dos partes de la isla en una solo Estado independiente. Su nacionalismo nunca borró sus preocupaciones sociales y su interés por los más desfavorecidos. "He tenido que olvidar más sobre la pobreza de lo que muchos aprenderán jamás sobre ella", dijo, hablando de su infancia.

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Tras cofundar en 1970 el partido que ahora dirige, Hume ha dedicado la mayor parte de sus esfuerzos, especialmente en los últimos años a asegurar el acuerdo de paz que millones de personas confían todavía en ver nacer en Irlanda. Ha pagado con su salud, muy deteriorada en los últimos meses.

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